Tévez hiere al Madrid

“En la Champions si eres valiente, ganas”. El discurso de Ancelotti fue directo en la sala de prensa de Turín. Y el que ganó esta noche fue la Juve. No le hizo falta demasiada valentía, pero fue más aguerrido y más ordenado que un Madrid que mucho tendrá que cambiar para conseguir el pase para la final de Berlín.

El equipo de Carrusel preparado para retransmitir el partido / PACO QUIROGA

La idea de inicio del equipo de Allegri, al que muchos esperaban agazapado y temeroso, fue quitarle la bola al Madrid y dársela al su mejor jugador, a Pirlo, para que crease a conveniencia. Y el veterano centrocampista, que es, además, muy listo, no se cansó de buscar a un Tévez, voraz y veloz a partes iguales.

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Avisaron los italianos pronto. Primero la tuvo Vidal, después probó Sturaro a Casillas con un tiro lejano y a la tercera hicieron diana. Ni diez minutos se habían jugado cuando Morata cazó una pelota rechazada por Casillas a tiro de Tévez. El gol llegó después de una jugada mascada por los de Turín y guiada, cómo no, por Pirlo, mientras Marcelo, Ramos, Kroos y compañía seguían el balón con la mirada. Como tú y como yo.

Al Madrid le costó un mundo enterarse de qué iba la película porque con Ramos de nuevo adelantado -como en el Pizjuán el sábado o ante el Atlético en el Bernabéu- todos estaban un poco descolocados. El primero él. El sevillano, que como central es imperial, se vuelve vulgar cuando su cometido es más el de crear que el de destruir. Se anula y anula al resto.

El gol despertó a los madridistas, que se adueñaron de la pelota, pero cada uno intentó entonces hacer la guerra por su parte. Un tiro lejano de Kroos. Un centro de Marcelo. Un remate de cabeza de Varane. Y Bale bajando a la media para al menos tocarla, aunque fuese de espaldas.

Y en ese caos absoluto, ¿qué solución encuentran los blancos? Cristiano. Siempre Cristiano. Se iba a cumplir la media hora de partido cuando el portugués remató de cabeza, libre de marca, un buen centro desde la derecha de James, al que tanto le debe últimamente el luso.

El colombiano estuvo en todas las jugadas peligrosas de los blancos, que lucieron esta noche de negro. Suya fue la oportunidad más clara antes del descanso. Un centro de Isco fue rematado por el ‘cafetero’ que, con un cabezazo, estampó la bola en el larguero de Buffon.

Tras el paso por vestuarios ni unos ni otros se mostraron deseosos de mucho, pero en la primera que intentaron los de Ancelotti tras un saque de esquina a favor, nació un contragolpe que condujo magistralmente Tévez. La jugada terminó en penalti porque Carvajal derribó de una forma bastante burra a Morata. Lo tiró, cómo no, Tévez, que hizo el segundo de los italianos.

Ancelotti tiró entonces del mejor remedio de los últimos males. Chicharito. El que salió fue Isco, que como la mayoría estuvo esta vez bastante gris. Del 4-4-2 se se pasó al 4-3-3, pero ni por esas consiguió el Madrid mucho porque Bale, que no está, tampoco se le espera.

Alguna tuvo Cristiano para hacer el empate, pero también las tuvo Llorente, que entró por Morata y gozó de una ocasión clara de cabeza. La desbarató Casillas.

El Madrid se encomienda ahora al Bernabéu para conseguir una victoria que les dé el billete a Berlín. Aún tiene Ancelotti una semana para pensar en un plan alternativo al de Ramos en el centro, donde tanto sufrió esta noche y tanto hizo sufrir al resto.