Ciudadanos no se fía de Susana Díaz

Madrid

El partido de Rivera no confía en las palabras de Susana Díaz a pesar de que la candidata socialista se ha comprometido verbalmente a asumir la mayoría de sus medidas en materia de regeneración democrática. La formación recuerda que el PSOE solo aprobó dos de las promesas pactadas con Izquierda Unida para formar gobierno en la legislatura anterior. "Somos nuevos, no novatos", advertía un miembro de la dirección nacional de Ciudadanos en una conversación con la SER.

Para abstenerse en la votación de investidura la formación exige la firma del pacto anticorrupción por escrito y que el PSOE empiece a cumplirlo inmediatamente. Esto supone la expulsión de Manuel Chaves antes del viernes o un compromiso, también sobre el papel, de que será apartado de la vida pública en una fecha concreta. "A partir de ahí nos sentaríamos a hablar de otros asuntos", asegura Fran Hervías, secretario de organización. "Sin hechos no hay ni postura para la abstención", advierte.

Además Ciudadanos exige pactar un calendario para la aprobación del resto de compromisos, por ejemplo en materia de reactivación económica o de reducción de cargos de confianza. De esta manera, con todo sellado sobre el papel, la formación se guarda las espaldas, para en el caso de abstenerse y que el PSOE no cumpla, poder justificar una futura moción de censura.

Ciudadanos, que ha endurecido su discurso en las últimas horas, corrigiendo incluso las declaraciones de su portavoz en el Parlamento de Andalucía, cree que Díaz no tiene tiempo material para cumplir esas condiciones y apunta ya a la repetición de la votación de investidura durante los próximos dos meses. Aún así, la ejecutiva recuerda que una abstención solo de Ciudadanos no bastaría para hacer a Díaz presidenta de la Junta.

El partido reconoce que ir de nuevo a las urnas no es algo positivo pero insiste en recordar que la responsabilidad es del PSOE. "O se renueva y aplica las políticas que demandamos o están condenados al fracaso", dice Hervías que no cree que la presidenta en funciones esté dispuesta a seguir con las políticas de sus antecesores.