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TENIS

Exquisitos y ¿arrogantes?

Una nueva generación de tenistas irrumpe con fuerza en el circuito. Talento, personalidad, descaro y un carácter complicado les define en la pista.

"Kyrgios no tiene miedo a perder y se crece en los grandes estadios, le gustan los desafíos; lo que ha hecho ha sido increíble”. Así de elegante fue Roger Federer al hablar del que había sido su verdugo minutos antes en la Caja Mágica madrileña.

Nick Kyrgios juega al tenis desde los seis años. Creció viendo a sus ídolos, Rafa Nadal y Roger Federer. Al español le derrotó el año pasado en octavos de final de Wimbledon, convirtiéndose en el cuartofinalista más joven del torneo con 19 años. Federer sucumbió en Madrid ante el talento del australiano que con 22 aces dejaba fuera del torneo al número 2 del mundo a primeras de cambio.

Situado en el número 35 de la ATP, cuatro torneos Challenger, cuartofinalista en Wimbledon y Australia, todos coinciden en que está llamado a dominar en un futuro no muy lejano el tenis mundial. Pero en el circuito se le conoce tanto por su talento descomunal, su descaro, su personalidad como por sus aires chulescos, sus extravagancias y algún que otro mal modo en la pista, como se pudo ver en su partido ante Federer en Madrid, donde por momentos recibió los abucheos del público. Protestas, problemas con los recogepelotas, raquetas al suelo, pelotas al aire…se ganó un warning y algún pito del público madrileño.

Borna Coric, la nueva perla croata, tiene tan solo 18 años y ya es el 53 del mundo. El año pasado ganó a un mermado Rafa Nadal en cuartos de final de Basilea, llamando la atención de los aficionados al tenis de este deporte. Ya como juvenil había ganado el Open Usa. En el pasado torneo de Chennai dijo: “Cuando juego mi mejor tenis me parezco a Djokovic, cuando no lo logro, soy más como Murray”, palabras que tuvo que matizar después. Convertido en ídolo en su país, el tatuaje que luce en su brazo habla de la personalidad del croata: “No hay nada peor en la vida que ser un mediocre”. Clase, talento y personalidad a raudales, una personalidad que a veces le juega malas pasadas en la pista.

El australiano Kokkinakis (19 años) o el ruso Rublev (17 años) son más ejemplos de esta nueva generación de carácter complicado. En el pasado Godó, Fernando Verdasco se quejó del comportamiento de Rublev en pista, jugador al que llamó “maleducado e irrespetuoso”.

"Me vuelvo loco celebrando algunos puntos, pero ¿si lo hace Cristiano Ronaldo por qué no lo voy a hacer yo? Es mi forma de ser", contestó el ruso.

Jóvenes y con mucho tenis, aún tienen tiempo de corregir algunos comportamientos que ahora les alejan de los actuales dominadores del circuito como Rafa Nadal, Roger Federer o Novak Djokovic.

 
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