El alcalde de Santiago se niega a debatir sobre corrupción

Santiago de Compostela

Los líos judiciales han marcado la legislatura que termina en Santiago con tres alcaldes en cuatro años. Los compostelanos han vivido sobresalto tras sobresalto, lo que ha convertido la corrupción política en una de sus principales preocupaciones. Por eso hemos planteado un debate sobre regeneración democrática y transparencia entre los candidatos a la alcaldía. Todos han aceptado, excepto el del PP que ha preferido esconderse detrás del número 3 de su lista, Alejandro Sánchez Brunete.

Un debate moderado por Aida Pena, la directora de contenidos de la Cadena SER en Galicia, en el que se ha puesto sobre la mesa la necesidad de establecer un mayor control sobre la privatización de servicios públicos. Frente a los que propone una remunicipalización, como es el caso del BNG y Compostela Aberta, está la postura más recalcitrante del PP que defiende que el sector privado gestiona mejor lo público. El candidato socialista, Paco Reyes, opta por una gestión mixta de esos servicios.

Los candidatos han debatido también sobre nuevas fórmulas para fomentar la participación ciudadana en el ayuntamiento, y sobre la posibilidad de poner límites a los salarios de los alcaldes.

Desde Compostela Aberta, Martiño Noriega ha acusado al PP de hacer un uso partidista del concello de Santiago y asegura que "la ciudad quiere un cambio". El candidato del BNG, Rubén Cela, cree que "sin el PP en el gobierno Santiago volverá a ser un gobierno limpio". El socialista Paco Reyes entiende que el conservador Agustín Hernández "no puede devolver la imagen perdida a la capital de Galicia en estos cuatro años". Unas críticas de las que Agustín Hernández no pudo defenderse. Lo hizo su escudero. Sánchez Brunete asegura que los nueve meses que su jefe lleva de alcalde son "su mejor aval" en estas elecciones.