Frank Cuesta: “Se sigue llamando Fiesta Nacional a una cosa que es una salvajada”
El aventurero Frank Cuesta también aprovecha la presentación de su programa para pedir ayuda al Rey
Madrid
Decir, a estas alturas de la película, que Frank Cuesta es un tipo peculiar es como para abandonar la lectura de esta entrevista. Pero en esa misma característica de este aventurero y naturalista se encierra el motivo para seguir leyendo o escuchando cualquier entrevista de la que él sea protagonista.
Porque Frank, si quiere, se presta a hablar del tigre indio, de un terremoto o de su profesor fumador. Suelta cada afirmación sin más contemplaciones. Es un tipo serio que parece más a gusto entre víboras que entre periodistas. Hay quien diría que es lógico.
Está en la terraza de un céntrico hotel de la Gran Vía. Sentado en un taburete y bajo una gran sombrilla ve cómo desfilan ante sí los plumillas que han acudido a entrevistarle a cuenta de la nueva temporada de 'Wild Frank', su programa en Discover MAX que se estrena este domingo 17 de mayo a las 21:30 horas.
No presume del programa a pesar de ser un éxito en el canal y de tratarse de un producto que Discovery está moviendo en otros países en los que también se emite. La productora de 'Wild Frank', Molinos de Papel, presume de que han dicho de este espacio de aventura y naturaleza que bien podría tratarse de un programa de producción estadounidense. Y así es.
Pero nada de eso parece ser razón de orgullo para Frank Cuesta. Su mente está en la aventura. En esta temporada, Frank seguirá el curso del río Ganges, desde su nacimiento en la cordillera del Himalaya hasta su desembocadura en India, con el objetivo de encontrar a un ejemplar de tigre de Bengala en su hábitat natural, un animal en peligro de extinción que se esconde en las montañas de Nepal o en los manglares del golfo de Bengala. Con muchas dificultades, logró encontrar un ejemplar y filmarlo en libertad.
Ahora mantiene otro reto, uno que no lo ha abandonado en los últimos meses: sacar a Yuyee, ex pareja y madre de sus hijos, de la prisión tailandesa en la que se encuentra tras un poco claro arresto relacionado con una cantidad pequeñísima de droga. Para ello Frank acudirá a quien deba acudir, tocará todas las puertas que sean precisas y hablará cuanto deba delante de una grabadora. Porque en este asunto el ruido mediático es vital. Frank Cuesta sabe tratar con todo tipo de animales…
¿Dónde sobrevives peor: en la jungla urbana que pueda ser esta Gran Vía o en la jungla de verdad?
Las ciudades grandes no me gustan. En Tailandia vivo a hora y media de Bangkok, vivo alejado. Creo que a nadie le puede gustar el tráfico, ni la polución, ni correr para todos lados… lo que pasa es que en la ciudad tienes la conveniencia de la vida.
La selva te da mucha paz, pero te da muchísima intranquilidad cuando estás dentro. No es un sitio para vivir. Los dos sitios se pueden combinar y, si vives entre uno y otro, mejor… que es donde vivo yo: a 15 kilómetros de la selva y a 70 de una ciudad.
Estrenas nueva temporada de 'Wild Frank', las dos anteriores han ido muy bien en audiencia… aunque no te imagino pendiente de los audímetros y del dato del share al día siguiente de cada emisión…
Es que ni entiendo lo que es eso. Me dicen, de vez en cuando, lo que tuve… y nada.
Entonces, mucho menos que el dato de audiencia te condicione para trabajar así o asá…
Ya ves tú… tengo un contrato de 3 años, si me echan porque no hay audiencia, me tienen que pagar. A mí me da igual. A mí me dicen: tú ve y coge bichos. Y es lo que hago. Luego ellos que lo monten de manera que venda.
- éxito internacional
¿Cómo os planteáis el reto de ir en la búsqueda de un animal tan raro de ver en libertad como es el tigre de Bengala, que es la misión para esta temporada de 'Wild Frank'?
Íbamos a hacer otro viaje, esto estaba programado para el próximo año. Pero la productora y Discovery pensaron que mejor hacerlo ahora por mi situación personal [con su ex mujer Yuyee encarcelada y cuidando de los niños], por si pasaba algo en casa, poder volver más o menos pronto, ya que era grabar en Nepal e India. En principio iba a ir en 2016.
¿Te sorprende, habiendo estado en Nepal muy poco antes del terremoto, que haya gente que parece más preocupada por la pérdida de patrimonio histórico -que es altísima- que por la magnitud de una tragedia que se ha cobrado miles de vidas?
Todos somos muy egoístas. Ahora es la moda de "ayuda a Nepal". Dentro de dos meses, ni Dios se acuerda de Nepal. Así es como funciona el mundo. Después de dos meses, nadie se va a acordar, ni televisiones ni radios… ni nadie.
Tampoco es que se preocupen del patrimonio… Les da igual. Siempre digo que somos igual de egoístas, que cuando te vas para tu casa se te olvida todo lo que ha ocurrido fuera. Las cosas se olvidan, es lo terrible de la humanidad, que somos oportunistas. La mitad de la gente que está con el tema de Nepal es para sacar noticias y quedar como qué bueno soy y qué bien que lo hago.
Durante la rueda de prensa, has resaltado tu verdad frente a la cámara tanto en tus programas de Cuatro como ahora en Discovery: no hay impostura en lo que ve el espectador. Sin embargo, ¿crees que se te considera un loco de los bichos, un tipo excéntrico, mientras que sí hay un respeto reverencial por otros protagonistas, como Félix Rodríguez de la Fuente, pese a que en esos programa la naturaleza era más "prefabricada" para lograr el plano deseado?
Una de las cosas de las que puedo presumir es que, desde que empecé a hacer televisión, ningún animal se ha muerto. Solo una vez se nos puso malo un pájaro y lo recuperamos y lo soltamos. Otros programas de animales -no te voy a decir nombres-, incluso dentro de Discovery, que han utilizado animales de una manera bestial. Nosotros grabamos al animal y luego lo dejamos ir. Si te das cuenta, siempre se le ve marchar… y es el mismo animal.
Es verdad, muchos te dicen: "na, este de los bichos, nada que ver con Félix Rodríguez de la Fuente". Sí, todos crecimos con Félix Rodríguez de la Fuente, todos teníamos un respeto por él espectacular… y ya está: son dos maneras diferentes de hacer de animales. Programas como el suyo o como los de [David] Attenborough eran muchísimo de lo que se veía grabado solo por las cámaras y luego la voz grabada en un estudio.
Nosotros no hacemos eso, es mucho más en vivo. Lo nuestro no es un programa científico, no damos tanto dato científico. A mí me encanta ver esos programas. En España hay biólogos que te cagas. Yo destaco por encima de cualquier nombre que haya habido en España a Luis Miguel Domínguez Mencía. Es un tío que sabe más que nadie. Ahora está metido con el tema de los lobos, intentando que no los maten. Él ha hecho programas de animales increíbles. Muy científicos.
Nosotros hacemos lo mismo, pero para que lo vea tu vecino que no ha visto un bicho en su vida. En vez de decirle "esto es una trimeresurus arbolaris", le digo "esto es una víbora verde". Nosotros intentamos acercar más a los animales.
Televisión Española va a volver a emitir, este mes de mayo, una corrida de toros. ¿Cómo valoras esto, como ciudadano, teniendo también en cuenta el carácter público de la cadena?
El Toro de la Vega es una salvajada porque le meten una lanza y lo matan, ¿no? Que después de la temporada de caza se ahorquen a los galgos, es otra salvajada ¿no? Y que maten a un toro dentro de un recinto clavándole navajas, estacas y un sable mientras 3.000 personas aplauden, ¿cómo se llama? Se llama Fiesta Nacional.
Pues bueno, yo soy español y crecí en un país donde el profesor fumaba en clase y que era católico apostólico y romano y en el que la Fiesta Nacional eran los toros. Ahora mismo, ya no se puede fumar, ya no es un país católico, pero se sigue llamando Fiesta Nacional a una cosa que a mí me parece una salvajada.
También te digo que los toreros me parecen tíos súper-valientes, porque ponerte delante de los bichos esos me parece espectacular. Pero matar un bicho a cuchilladas mientras 3.000 personas chillan "olé, olé", me parece igual de salvaje que colgar perros en la temporada de caza. El que no lo entienda, que no lo entienda.
Al tigre de Bengala se le denomina "devora-hombres". Tú lo corriges, dices que si el hombre no se mete con él, no va a atacarle… Por las experiencias familiares duras que has vivido en los últimos meses, ¿piensas que el verdadero "devora hombres" son los propios hombres? Como ya dijiste, tardaron 7 meses tus hijos en poder ir a prisión a abrazar a su madre…
Eso nunca se produjo. Fue una manera de presión por mí para que la Embajada moviera el culo.
¿No se produjo realmente ese encuentro entre tus hijos y su madre en la cárcel en la que anda metida?
Nunca. Pero a partir de ahí [de que lo dijera aun siendo una mentira], el ministerio de Asuntos Exteriores se empieza a mover.
¿Y toda esta experiencia te ha hecho pensar que el "devora hombres" no es un tigre?
Es que no es un tigre, son las personas las que devoran a otra gente, a familias enteras y al mundo. El tigre mata de vez en cuando a alguien porque te metes en su casa. El hombre es el que es malo.
¿Quién te está ayudando a ti en este tema de Yuyee?
Ahora ya casi todo el mundo. Ya me he reunido con todo el mundo aquí en España, pero el primer día dije que necesito la ayuda del Rey y sigo diciendo que necesito la ayuda del Rey. El Ministerio de Exteriores tiene un recorrido muy corto porque están para ayudar a los españoles que estén en las cárceles y, ahora mismo, tal y como está el sistema político en Tailandia no pueden hacer un acercamiento.
Me han explicado las cosas bien. La verdad es que se han portado bien. El señor Margallo me recibió y estuve hablando con él y me han dicho todo lo que se puede y lo que no. Yo sigo diciendo lo mismo: el único estamento que me puede ayudar es la Casa Real. Son los únicos que pueden ponerse con la Casa Real de Tailandia y solucionarlo.
¿Y lo esperas?
Yo lo voy a seguir intentando. No voy a parar hasta que Yuyee esté con sus hijos. No me va a parar nadie.
¿En qué punto decides cambiar tu vida, pasar a vivir como vives ahora?
Creo que desde siempre. Soy entrenador de tenis. Una vez que llegué a Tailandia -hace casi 20 años- tienes la oportunidad de ir a parques nacionales, de meterte en la selva y montamos una asociación de ayuda a los animales. Como yo soy veterinario, nos ahorrábamos ese coste… Y es seguir con lo mismo: tú haces tu trabajo y ayudas a los animales como puedes.
En tus programas se percibe un amor incondicional por los animales y que esto es parte del magnetismo que engancha al espectador. ¿De pequeño ya eras un apasionado de los animales?
Como todos los niños… A todos los niños les gusta los bichos. Luego creces y hay gente a la que le gusta los animales y gente a la que no. Yo he tenido la oportunidad en mi vida de vivir en sitios donde los animales son muy fáciles de ver. Siempre me han gustado y por eso estudié veterinaria. Nunca pensé que fuera a ejercer… y al final, mira, terminas haciendo cositas…
¿Crees que tienes un don especial, un feeling con los animales que es lo que te permite protagonizar las temeridades que te vemos en tu programa?
Mucha gente dice: "puedes hablar con los animales". Eso es mentira. Lo que pasa es que depende de cómo te acerques a los animales. Hay gente que dice que no hay que mirar al enemigo a los ojos, yo siempre lo miro a los ojos. Siempre miras, sobre todo, el lenguaje corporal del animal (si está o no nervioso) y todo depende de la manera en que te aproximes a ellos porque ellos perciben tus intenciones.
Cuando voy a ver a los animales, supongo que piensan: "mira el gilipollas de la gorra, ¿a qué vendrá?". Más que conexión es saber cómo se mueve el animal y si lo ves muy nervioso, dejarle en paz. Esa es la clave.