Antonio Pampliega: “Estuve a punto de morir grabando 'Infiltrados'”
Cuatro estrena 'Infiltrados', entrevistamos a Antonio Pampliega, uno de los reporteros de guerra del programa
Madrid
Resulta escalofriante y sobrecogedora la normalidad con la que Antonio Pampliega (33 años) habla de la posibilidad de morir. Casi sonríe a la muerte cuando se le expone el tema en la conversación. Es un enfermo… del periodismo.
Enrolado en la redacción de un periódico deportivo, un buen día descubrió que su concepto del periodismo no era el de contemplar lo que ocurre a partir de una pantalla de ordenador, que él no quería ser un redactor si aquello significaba permanecer sentado en un sillón giratorio y pasar horas entre teletipos y teléfonos que no paran de sonar.
El joven Antonio quería contar lo que sucedía viviéndolo en primera persona. Pensó que tenía alma de reportero y se lanzó a comprobarlo. Con una cámara, un casco y chaleco antibalas. En los últimos cinco años, Antonio se ha dedicado por entero al periodismo de guerra. Él recalca para despistados: "estamos en el frente, en las trincheras con los soldados".
Guerras que no son las del ciudadano de países como España. Guerras que incomodan y que pocos quieren ver. Por eso tantos medios hacen tan poco caso a estos conflictos. Por eso, el trabajo de Antonio, además de ser un riesgo constante para su supervivencia es una cuchillada tras otra a su bolsillo. Cara e ingrata vocación la de este reportero de guerra.
Como en todo panorama de negrura, sin saber muy bien por qué, se abren caminos de luz. Cuando hasta las más célebres cadenas internacionales ya han dejado de pensar en Siria y su guerra, llega Cuatro y decide contar a los telespectadores españoles lo que está pasando en esa zona del planeta. Este miércoles y jueves emite 'Infiltrados' (22:30 horas), dos duros documentales en el que los reporteros Lluis Miguel Hurtado, Ricardo García Vilanova y el propio Pampliega se adentran en el corazón de la guerra yihadista. El miércoles para dar con dos españoles que combaten la yihad enrolados en las milicias kurdas. En el reportajes del jueves, sus cámaras serán testigos y recogerán el testimonio de españoles que guerrean en favor del Estado Islámico.
No es altruista el interés de Mediaset en este tema, se encuadra dentro de su línea editorial, sobradamente explotada tanto en programas informativos como en su ficción ('El Príncipe', 'Los nuestros', 'El Niño'). Pero Antonio no entra en eso. Tan solo espera, como si fuera agua de mayo, que el público dé una oportunidad a este producto. Que apuesten por 'Infiltrados', por esta ventana abierta de par en par a la desagradable realidad humana que esconde el planeta. Será el espectador el que decida si hay o no más episodios de 'Infiltrados'.
Lo que veremos en los dos primeros reportajes de 'Infiltrados', lo de mostrar españoles que luchan, literalmente, en favor o en contra de la yihad, ¿es como encontrar una aguja en un pajar o refleja más la realidad de lo que nos imaginamos?
Es muy complicado, sobre todo, encontrar a españoles que estén luchando contra el Estado Islámico. España ha perdido esa visión "romántica" de la guerra y los españoles no van tanto ahí. Por ideología, es más fácil encontrar españoles luchando en Ucrania que contra el ISIS.
Al revés, sí que hay bastantes españoles enrolados en ISIS. Sobre todo, gente de Ceuta, de Melilla… Supone un problema a pesar de que en los medios se hablen a cuentagotas. Aunque España no es el país que más tiene: franceses, belgas, ingleses… son muchos más numerosos. España debe tener unos 100-150.
Es decir, que encontramos a muchos europeos luchando en favor de la yihad y del Estado Islámico…
Sí, muchísimos. Yo he encontrado a varios en las filas de ISIS. Yo estoy haciendo un reportaje de investigación y sé que hay cuatro o cinco alemanes que están luchando. Hay muchos más de lo que pensamos. Suelen ser musulmanes, a pesar de haber nacido en Europa.
Dices con total naturalidad "he encontrado" cuando te refieres a estas difíciles historias. ¿Cómo das con esta gente?
Pues porque llevo cubriendo Siria durante 4 años. He estado 11 veces y sobre el terreno he estado un año y medio trabajando dentro de Siria. Tengo contactos, conozco ya a muchísima gente y, poco a poco, das con ellos. Lo que no puedes hacer es llegar de "paracaidista" a un sitio donde no conoces a nadie, sin conocer el país, y pensar que vas a encontrar yihadistas o gente española luchando contra el ISIS.
Es un periodismo que implica muchos años detrás, a pesar de que no se valore. Por fortuna, ahora con 'Infiltrados', Mediaset sí ha valorado el trabajo que hemos hecho Lluis Miquel Hurtado, Ricardo García Vilanova y yo durante estos 4 años que lleva esta guerra de Siria.
En televisión, especialmente en España, quieren las cosas para ya y cuanto más baratas mejor. ¿Te resulta raro que apuesten por alguien como tú en lugar de enviar a un equipo que caiga, como un paracaidista, esté una semana grabando y se vuelva?
Yo te hablo de mi experiencia en Siria: ninguna televisión española ha ido con un equipo a cubrir lo que está ocurriendo allí. Se han nutrido de freelance españoles que llevamos cuatro o cinco años. Pero ni tan siquiera nos compran a nosotros las imágenes, se las compran a agencias como AFP o Reuters, que son las agencias a las que nosotros les vendemos nuestro material.
'Infiltrados' va a ser una ventana para que la gente vea lo que es el trabajo del reportero en una zona de guerra y para que se entere lo que es realmente una guerra. Esto no es Hollywood, no es un espectáculo: es la guerra, es de verdad y pasa.
¿Va a ser muy diferente 'Infiltrados' a 'En tierra hostil'? Porque ahí sí que Atresmedia mandaba a un equipo de reporteros desde España que grababan las historias -con una gran producción previa- y volvían a los pocos días…
Yo he visto 'En tierra hostil' y es diferente. Jalis de la Serna y Alejandra Andrade son excelentes reporteros, excelentes profesionales que saben moverse en el mundo de la televisión. Ricardo, Lluis Miquel y yo somos profesionales de las zonas de guerra. Hay una diferencia abismal. Nosotros vamos a grabar zonas de combate a menos de un metro de distancia. Hemos estado con el ISIS, en bombardeos… No se parece en nada.
La gente cuando lo vea y compare sabrá cuál está hecho por profesionales de zonas de conflicto. Son completamente diferentes.
¿Habéis recibido alguna indicación por parte de Mediaset a la hora de filmar imágenes, de buscar tipos de historias concretas para ir acorde con su línea editorial?
Ellos querían mujeres que estén combatiendo contra el Estado Islámico. Es una historia que no se ha contado: si una mujer mata a un yihadista, piensan que no van a ir al paraíso. A la cadena le interesaba que las mujeres contasen su experiencia.
También que encontrásemos a españoles luchando contra la yihad. No hemos recibido ninguna premisa para darle emoción, ni de amarillismo, ni de una tensión que no exista… Lo que se va a ver el miércoles y jueves, por desgracia, es real. Todo real.
De hecho, en el reportaje he estado a punto de morir tres veces. En una de ellas, uno de mis compañeros recibió una herida de metralla en la pierna derecha.
¿Has estado a punto de morir 3 veces grabando 'Infiltrados'?
Sí, vosotros mismos lo vais a ver: me explota un tipo con una granada a menos de 2 metros, luego nos cae encima otra granada y luego cruzo una calle y me dispara un francotirador. Todo esto se va a ver, no hay nada ficcionado. Por desgracia, todo es real. La guerra es así.
Vamos a mostrar lo que la gente no ha visto. La gente puede ver las imágenes de los telediarios, pero no sabe qué hay que hacer para conseguirlas. Nosotros se lo vamos a enseñar.
Tu tranquilidad a la hora de decir que has estado a punto de morir 3 veces me ha dejado atónito. ¿Tan habituado estás, por tu trabajo, a ver pasar la muerte de cerca?
Mira, he visto tantos muertos en estos últimos cuatro años que yo sería un ignorante si pensara que a mí no me va a pasar nada. He visto niños muertos, doctores, compañeros míos morir… las bombas y las balas no distinguen.
Nosotros tomamos una decisión, vas a una zona de guerra sabiendo que puedes morir. Si quieres vas y si no, no vas. Pero tienes que asumir que puedes morir. Nosotros nos metemos con los soldados en las trincheras.
A todo esto me acuerdo de un vídeo que editaste hace unos años en el que contabas cómo encima de jugarte la vida en Siria no solo no te daba para vivir sino que te estaba costando dinero… ¿La cosa para el periodismo de guerra como el que tú haces sigue tan mal?
La cosa va mucho peor. Por ejemplo, en Siria las grandes televisiones y medios de comunicación internacional -que son a los que les podemos vender- ya no compran nada. En España, cuesta muchísimo vender cualquier tipo de información.
Yo voy junto a un gran fotógrafo, José Manuel López, y en los dos últimos viajes que hemos hecho (Siria y Ucrania) él ha perdido dinero. Hace poco le dieron en Italia un premio por sus fotografías en Somalia, pero en España ni se le conoce y si le compran fotografías es a 20 o 30 euros. Esto no puede ser. Va muy, muy mal.
Al final, lo que nos queda es hacer televisión y que formatos como 'Infiltrados' funcionen para poder seguir viviendo de esto. Esto es periodismo en estado puro.
Este jueves compiten, por hablar del mismo grupo audiovisual, 'Infiltrados' (Cuatro) contra 'Supervivientes' (Telecinco). Aun siendo productos dirigidos a públicos muy distintos, es más que probable que el reality doble o triplique en audiencia a vuestros reportajes. ¿Cómo se te quedará el cuerpo si eso ocurre?
[Largo silencio, seguido de un soplo] Bueno… la gente no quiere ver y no quiere saber. Prefiere llegar a casa, encender la televisión y no pensar en lo que está sucediendo en otros sitios. La gente no quiere ver niños muertos, no quiere dramas al regreso de trabajar.
Yo no los juzgo. Mi trabajo lo voy a seguir haciendo para que el día de mañana nadie pueda decir que no sabía lo que estaba pasando en zonas como Siria, Irak o Ucrania: no es que no lo sepas, es que no lo querías saber. Yo voy a seguir contando. Mi trabajo es contar, el espectador es el que elige si ve 'Supervivientes' o ve 'Infiltrados'. Espero que, al menos, le den una oportunidad.
¿Este producto quizá brillaría más en un canal de pago o en un canal como La 2 que no precisa de hacer 10 puntos de share para que la cadena siga apostando por él?
Bueno, solo hay que poner La 2 para ver programas excelentes como 'En portada' que son programados a las 12 y pico de la noche. La 2 ha renunciado directamente a ese periodismo de calidad.
Nuestro problema será el dato de audiencia. Si no es bueno, 'Infiltrados' tiene fecha de caducidad. Si es bueno, va a haber más. Ojalá fuéramos un canal de pago donde no importa mucho el dato de audiencia. Pero yo no veo, ahora mismo, a TVE apostando por un formato como 'Infiltrados'.
Este proyecto, imagino, que te llegó a través de la productora, Cuerdos de Atar, ¿no?
Sí, correcto. Me llamaron, no me conocían y yo les enseñé mi material. En ese momento me dijeron no solo que no me querían hacer la entrevista previa sino que querían que yo fuera el protagonista. Era una inyección de moral tremenda.
Tenemos la suerte que tanto Melchor Miralles como Guillermo Toral -los dos jefes de Cuerdos de Atar- han apostado por este tipo de periodismo que, apenas, tiene cabida en televisión. Por eso es de agradecer.
Un proyecto como 'Infiltrados' te da tranquilidad económica
Por supuesto. Si no, vas a zonas de guerra sabiendo que, de antemano, ya estás perdiendo dinero y que es posible que no recuperes todo lo invertido.
En proyectos como 'Infiltrados' vas con una seguridad económica y trabajas mucho más a gusto sabiendo que puedes dedicar a una historia dos o tres días, cosa que de otra forma es imposible. Por una vez, he trabajado sin prisa.
Lo más curioso de tu caso es que tú querías ser periodista deportivo…
[Risas] Y lo fui. Estuve trabajando en AS durante 2 años, que es el periódico que compra mi padre. Yo hice periodismo para eso. Pero no era lo que realmente quería, opté por otro tipo de periodismo porque veía a compañeros que llevaban 10 años sin salir de la redacción y yo me decía que no había hecho Periodismo para quedarme en una redacción copiando teletipos o haciendo refundidos. Y me fui a Irak.
¿Has aprendido mucho de los grandes reporteros de guerra españoles como Manu Leguineche, Enrique Meneses…?
Para mí son maestros. Tanto ellos como Gervasio Sánchez o Javier Espinosa que, para mí es -a día de hoy- el mejor español cubriendo conflictos bélicos. También he tenido la suerte de trabajar con otros grandes periodistas como Mónica Bernabé o Manu Brabu, Ricardo García Vilanova… que son lo mejor. Si no aprendes con los mejores es que no eres bueno.