No te extrañes si utilizas Facebook Messenger y alguien te persigue

Madrid

Si utilizas a diario Facebook Messenger y alguien te persigue no deberías extrañarte. Es lo que se extrae del testimonio de Aran Khanna, un trabajador recien llegada a la empresa y que ha sido recogido por Gawker. Según lo que ha comentado este empleado, cada vez que enviamos un mensaje utilizando este popular servicio de mensajería, el más popular en iTunes, estamos facilitando a la compañia nuestra posición exacta.

Khanna fue capaz de 'peinar' la ubicación que recibe la empresa cuando conversamos en un chat y su testimonio es demoledor. "Todos los usuarios deberían saber que, por defecto, la aplicación Facebook Messenger envía unos datos de localización", comenta en este portal. Algo que resulta bastante obvio a los usuarios. El problema es que, a su juicio, estos son demasiado específicos. "Cuando empecé a raspar el código me di cuenta que las coordenadas tenían hasta cinco dígitos decimales de precisión, lo que genera una situación con un margen de error de un metro", reitera. Y este no es el principal problema que este recien llegado ha notificado.

Según el testimonio que publica Gawker, el joven Aran consiguió acceder a estos datos con escasos conocimiento de código y situación de coordenadas, por lo tanto, según afirma, tampoco sería complicado que acosadores pudiesen tener controlado en todo momento el paradero de sus víctimas. "Hasta yo podría obtener la localización de personas que no tienen porque ser directamente amigas mías en Facebook", comenta. Basta con participar en cualquier grupo de esta plataforma para tener acceso a la ubicación de cualquier usuario participante.

Lo que este trabajador que comenzará este verano a dar sus primeros pasos en Facebook denuncia es que la red social active por defecto la localización GPS de los mensajes sin avisar a los usuarios de sus consecuencias. Algo agravado por la facilidad de activar este sistema sin darte cuenta que ofrece la interfaz.

La propia empresa ha dicho que trabaja en endurecer su código y de paso tratar de garantizar la privacidad de estos datos. La solución, de momento, pasa por desactivar la geolocalización. Algo tan fácil como pulsar un botón normalmente pintado en azul.

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