Europa gira y ofrece más millones a cambio de que Grecia cumpla el 70% del programa
La Eurozona y el FMI estudian la posibilidad de dar a Tsipras el dinero previsto para salvar la banca
Hollande, Merkel y Juncker durante un almuerzo de trabajo en Berlín / WOLFGANG KUMM (EFE)
Bruselas
Dicen que el tiempo aprieta y que ha llegado el momento de hacer una propuesta que evite la bancarrota en Grecia. Así explican en las instituciones europeas la posibilidad de que el gobierno de Tsipras pueda usar para gastos corrientes el dinero previsto inicialmente para reflotar a los bancos.
La propuesta está en el paquete de posibilidades que esta pasada noche ha permitido convocar en Berlín a los grandes del Euro y el Fondo Monetario en la cita privada que ha presidido Merkel. Una reunión iniciada a las 21:30 horas y terminada 20 minutos después de medianoche.
Si prospera esta vía permitiría usar 9.000 millones previstos para un plan de rescate a la banca como gastos corrientes, opción reclamada en alguna ocasión por el gobierno griego pero nunca aceptada y que ahora puede constituirse en instrumento para prorrogar el programa actual por varios meses. Los suficientes para ir preparando otro tercer paquete "inviable de manera inmediata", cuentan a la Cadena SER fuentes comunitarias que añaden que "la banca y sus necesidades pueden ser abordadas en un futuro programa posterior". Es decir que, en la práctica, la zona euro quiere prorrogar el programa de ayuda actual trasvasando dinero.
Lo urgente ahora es saber sin embargo que dirá Tsipras y si el primer ministro es capaz de obtener apoyos suficientes para garantizar el pacto. Este es el objetivo de las nuevas propuestas que están sobre la mesa y que aunque no van a salir gratis al ciudadano griego pueden favorecer un pacto algo más equitativo que el que inicialmente quería cerrar el Eurogrupo.
Fuentes conocedoras de las negociaciones apuntan que el objetivo es que Tsipras cumpla con su propia palabra y confirme que acepta el 70% del programa, lo que implica modificarle el 30% por ciento que rechaza. Otro "gesto" dirigido a su gente que como contrapartida debe aceptar el pago de las deudas y su aumento con la prolongación de las ayudas, pendiente de las conversaciones entre Tsipras y Merkel.
