El reencuentro imposible entre Chiellini y Luis Suárez

24 de junio de 2014. Tercer partido del Grupo D de la primera fase del Mundial de Brasil entre Uruguay e Italia, con ambas selecciones jugándose el pase a los octavos de final. Atacan los uruguayos y en el área italiana caen al suelo Giorgio Chiellini y Luis Suárez. El delantero charrúa había mordido en el hombro al defensor transalpino, que caía al suelo aquejado del dolor y a continuación se levantaba para enseñarle con vehemencia al colegiado del encuentro la herida producida por el mordisco de su oponente.

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Una vez producida la acción, ríos de tinta se escribieron sobre el tema. Luis Suárez, que ya era reincidente en eso de hincarle literalmente el diente al rival, fue sancionado por la FIFA con cuatro meses sin jugar al fútbol. El uruguayo, que en el momento en el que se disputó el Mundial era jugador del Liverpool pero que posteriormente se convertiria en el fichaje estrella del nuevo Barcelona de Luis Enrique, recibió el apoyo de toda su nación e incluso de su propia víctima, Giorgio Chiellini, que consideró la sanción excesiva.

Mucho se ha hablado, con la final de la Champions League a la vuelta de la esquina, del reencuentro entre Luis Suárez y Giorgio Chiellini. El central italiano, oriundo de Pisa, tiene una mala fama desmerecida. Quizá por su nacionalidad o por la privilegiada complexión física que atesora, se le ha tachado de jugador violento. Sí, es un tipo contundente, pero como debe ser un buen defensor. Jamás sobrepasó los límites del reglamento y su comportamiento en el césped ha sido intachable.

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En la Juventus, con la llegada de Allegri al banquillo, ha solidificado aún más si cabe su liderazgo en las posiciones defensivas. Poderoso en el juego aéreo, se adapta incluso a la posición de zaguero izquierdo en el caso de que su técnico elija colocar una defensa de tres. Siendo Bonucci el más indicado para sacar el balón desde atrás, Chiellini permite también que el lateral de su equipo suba, cubriéndole a menudo las espaldas.

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Quizá no será Chiellini el jugador al que más quebraderos de cabeza le causará Luis Suárez en la final del próximo sábado -todo indica que ese papel lo interpretará Patrice Evra- pero a buen seguro el uruguayo será uno de los jugadores más peligrosos de la delantera blaugrana. Muy posiblemente estemos hablando del delantero centro más en forma del continente. Capaz de fijar a los centrales y arrastrar a su par, el charrúa se ha convertido, según avanzaba la temporada, en la pesadilla de la mayoría de las defensas de Europa.

Jugador de ejecución rápida, a pesar de no ser técnicamente muy ortodoxo, es inteligente a la hora de utilizar su cuerpo para hacerse hueco y encontrar posiciones cómodas para efectuar el disparo. Con un cambio de ritmo trepidante que suele dejar clavado a su oponente, se ha convertido en una pieza clave en el perfecto engranaje del Barcelona de Luis Enrique. Ha sabido aceptar su rol, situándose detrás de Messi y Neymar en cuanto a importancia, y el entendimiento de la nueva situación es lo que le ha llevado a rendir a tan buen nivel en esta temporada.

Giorgio y Luis. Luis y Giorgio. Durante toda esta semana todos han hablado sobre el reencuentro pero ellos han intentado quitarle hierro al asunto. Al fin y al cabo son jugadores de fútbol, de los mejores en sus respectivas posiciones.

Una lesión del italiano en el gemelo de su pierna izquierda, sin embargo, ha arruinado el encuentro. En el entrenamiento de la Juve de este viernes, el defensa ha quedado descartado para la final. El encuentro entre los protagonistas del mordisco del Mundial tendrá que esperar.