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Viajar a Cuba “antes de que cambie”

El número de visitantes estadounidenses a la isla se dispara. Los cubano-americanos piden más facilidades para viajar

Aficionados asisten a un partido amistoso entre el Cosmos de Nueva York y la selección nacional cubana en el estadio Pedro Marrero de La Habana (Cuba). / Alejandro Ernesto (EFE)

Nueva York

Desde que Barack Obama y Raúl Castro anunciaron el deshielo de las relaciones el pasado diciembre, el interés por Cuba en Estados Unidos se ha disparado. Miles de estadounidenses viajan a Cuba, o planean hacerlo, “antes de que cambie”, como si Cuba fuera un parque temático. Otros aprovechan la relajación de las restricciones para intentar hacer negocios en la isla, llevar ayuda o conocer su cultura.

Sin embargo, para los cubanos que viven en EEUU, las conversaciones diplomáticas, por el momento, han traído pocos cambios. Visitar a sus familias sigue siendo muy caro, al igual que llamarles por teléfono o enviarles un paquete con cosas que en Cuba no se pueden encontrar. Tampoco ha cambiado la ley por la que el gobierno de La Habana les retira la residencia en su propio país y limita el tiempo que pueden pasar allí.

Desde el mes de diciembre, el número de visitantes estadounidenses en Cuba ha crecido un 36%, aunque los viajes de turismo siguen prohibidos. Parte de los viajeros esquivan esta restricción volando a Cuba a través de México o Bahamas. Otros vuelan desde EEUU, rellenando los impresos de una de las 12 categorías autorizadas y esperando que nadie compruebe la veracidad del propósito del viaje. Zach Chaltiel, un neoyorquino de 28 años, es uno de ellos. Le dijo a AP en La Habana que rellenó el formulario asegurando que viajaba para “dar apoyo al pueblo cubano”, que es la categoría número 8 de las 12 permitidas. “Es muy fácil. Sólo quería venir antes de que todo esté americanizado”, aseguró.

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Aunque sea relativamente más sencillo, los precios no bajan. Una visita organizada por la agencia Insight Cuba de 9 días y 8 noches recorriendo Habana, Cienfuegos y Trinidad cuesta 4.700 dólares sin incluir el avión. Sin vuelos comerciales directos, los charter ascienden a unos 450-500 dólares para un billete de ida y vuelta desde Miami y 1.000 dólares desde Nueva York (frente a los 360 de un vuelo regular a Puerto Rico). Aún así, las rutas charter están aumentando y recientemente se han anunciado vuelos desde Orlando, Tampa, Nueva Orleans y Nueva York.

Además de las compañías turísticas, numerosos empresarios quieren hacer negocios en Cuba. Aunque la isla ya ha salido oficialmente de la lista de países patrocinadores del terrorismo, las mayores restricciones se deben al embargo comercial y a la ley Helms-Burton, que lo endureció. “Quien piense ‘¡Aha, esto lo cambia todo!’ como respuesta a la retira de la designación de Cuba se está engañando a sí mismo o no ha leído las leyes”, explica, en el 'Wall Street Journal', Samuel Cutler, asesor de Ferrari & Associates PLLC, una firma que representa a empresas ante el Departamento del Tesoro en asuntos de sanciones.

Sin cambios para los cubano-americanos

Para los cubanos que viven en EEUU, las barreras que les separan de sus familias siguen vigentes. Aunque el gobierno americano les autoriza a visitar Cuba, hacerlo resulta muy caro por la falta de vuelos comerciales. Una encuesta reciente muestra que un 56% están a favor de aliviar las restricciones a los viajes entre los dos países, que abarataría el coste. Además, las leyes cubanas limitan el tiempo que pueden pasar en su propio país. Las personas que emigran pierden la residencia en Cuba tras 24 meses viviendo fuera. Entonces, sólo les autorizan a estar un máximo de 3 meses. También pierden el derecho a comprar una propiedad.

Tampoco es fácil traer a familiar de visita. Existe una nueva visa de no inmigrante de múltiples entradas por cinco años para los nacionales cubanos, pero a menudo son denegadas por miedo a que esa persona se instale definitivamente aquí.

En los largos periodos de separación, hablar por Skype o enviar mensajes por WhatsApp no es una opción por la falta de conexión a internet en Cuba. El pasado mes de marzo, la compañía americana IDT y la cubana ETECSA restablecieron la comunicación telefónica directa, pero los precios siguen siendo altísimos: 83 centavos el minuto. Otras compañías, como Rebtel, que redirigen las llamadas a través de Internet, ofrecen una tarifa de 59 centavos, comparados con los 1,6 centavos que cuesta llamar a España.

El cambio en las relaciones también ha tenido efecto en el número de inmigrantes cubanos que llegan a EEUU. En lo que va de 2015, son 9.371, lo que supone un aumento del 118% respecto al mismo periodo de 2014, según los datos del servicio de aduanas y fronteras. Las cifras se explican en parte porque los cubanos temen que la normalización de relaciones acabe con el estatus especial que reciben en EEUU y que les otorga la residencia permanente en un año. Pero no es el único factor y muchos huyen de la precaria situación económica en la que viven en la isla. En los cinco años anteriores al anuncio de Obama y Castro, 39.000 cubanos emigraron al año de media.

Los que son apresados en el mar son repatriados a Cuba, pero aún así muchos se siguen arriesgando. En el año fiscal 2014, 2.100 fueron apresados por los guardacostas de EEUU. Desde octubre de 2014, 1.469 han sido detenidos.

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