Las bambalinas del informe PISA

España siempre suspende. Es el dato que detrás tiene mucha lectura y mucha cocina. Miles de exámenes en todo el mundo que acaban de terminar. Se evalúa a alumnos de 15 años. Entramos en el Instituto Carmen Conde en las Rozas de Madrid, uno de los mil seleccionados para hacer la prueba internacional.

Su director, Jesús Barrio, nos cuenta que ese día, los alumnos llegan sin saber que son los elegidos, al azar, para que no haya tentación de escoger a los más brillantes. En ese momento son un número, que le tocó a 40.000 alumnos en toda España, entre ellos a Natalia y a Pablo que por delante tienen 5 horas de examen. A pesar de los nervios iniciales, la idea no les disgusta. "A ver si de una vez subimos la media”- explica Natalia -, ya que España en todas las ediciones sale en los últimos puestos del ranking de la OCDE, por detrás de Corea o Finlandia, con lo que ya se cuenta porque siempre salen en los primeros puestos en educación, y al lado de países como Hungría o República Eslovaca.

El Director del Instituto Carmen Conde recuerda que Pisa no mide tanto los conocimientos como las competencias. "No van a preguntar a los finlandeses los ríos que hay en España o los españoles los lagos que hay en Finlandia. En la evaluación de lectura, lo que quiere Pisa es leer para aprender , no aprender a leer". Y quizás lo que explica que salgamos siempre tan mal parados es que " tal vez no nos han enseñado a enseñar por competencias. No hemos cogido el "tranquillo a la prueba".

Matemáticas, lectura y ciencia son objeto del examen que se realiza cada 3 años en más de 70 países. Cada edición se centra en una materia, este año competencia científica y por primera vez se han introducido conceptos financieros. Pablo y Natalia recuerdan que tuvieron que contestar a un problema para calcular qué opción de hipoteca era más rentable para comprar una casa. Y en ciencias, a Pablo le sorprendió una pregunta que "le salió regular" sobre el hábitat del pingüino que por cercanía, ironizaba, "bordó Finlandia" .Por primera vez, se ha ampliado la muestra en las comunidades para disponer de resultados autonómicos relevantes, aparte de los nacionales. Es también la primera vez que las pruebas se han hecho por ordenador.

El objetivo no es evaluar a los estudiantes sino el sistema educativo, y buscar qué funciona bien, donde y a través de qué políticas educativas. El estudiante se evalúa en su contexto socioeconómico. De hecho el colegio y la familia tiene que responder a un amplísimo cuestionario con preguntas tales como ¿Cuantos libros tiene en casa? o ¿conoce a los amigos de sus hijos? La recogida de datos ha terminado y se darán a conocer en 2016.

Únete al canal de WhatsApp de la SER