La antigua cúpula de Novagalicia, al banquillo por cobrar jubilaciones millonarias
Anticorrupción exige a los 6 procesados que devuelvan los 18,9 millones en pensiones, una multa de 75.000 euros y tres años de prisión. La acusación particular pide cuatro años de cárcel
Madrid
La ex-cúpula de Novacaixagalicia se sienta este lunes en el banquillo de los acusados en la Audiencia Nacional para responder por las jubilaciones de 18,9 millones de euros que cobraron a pesar de que el fondo de rescate español (el Frob) hubiera intervenido ya para salvar a la entidad.
La Fiscalía Anticorrupción acusa de apropiación indebida, administración desleal y estafa a José Luis Pego, Óscar Rodríguez, Gregorio Gorriarán y Francisco Javier García de Paredes. Junto a ellos, incluye al ex-copresidente del banco, Julio Fernández Gayoso, y al asesor laboral externo de la entidad, Ricardo Pradas, como cooperadores necesarios.
Anticorrupción pide que devuelvan los 18,9 millones de euros, así como una multa de 75.000 euros (cuota diaria de 250 euros), tres años de prisión y otros tres de inhabilitación.
Los ex-directivos acordaron "movidos por la clara intención de obtener un importante beneficio patrimonial, introducir diversas mejoras económicas en sus contratos de Alta Dirección que garantizaran una cuantiosa liquidación y rentas vitalicias futuras en caso de producirse su previsible salida de la entidad crediticia", como ocurrió después. Junto a las mejoras salariales se añadieron "reconocimientos de compromisos por pensiones", según el auto de la Fiscalía.
El Frob inyectó en Novacaixagalicia un primer montante de 1.162 millones de euros -en preferentes convertibles en cuotas participativas- en diciembre de 2010. La segunda vino en octubre de 2011 por importe de 2.465 millones. En total, la entidad ha recibido 9.052 millones de dinero público.
Acusación popular
Por su parte, la Asociación de Usuarios de Bancos Cajas y Seguros (Adicae), personada en las actuaciones como acusación popular, reclama cuatro años de prisión y multas más elevadas (con cuota diaria de 300 euros).
"Esquilmar de esa forma los fondos de la caja a sabiendas de que iba camino a la ruina es un agravante del delito que justifica esa máxima pena", sostiene Fernando Herrero, portavoz de Adicae.
Herrero añade que lo que hizo la antigua cúpula del banco gallego "es la expresión de todos los desmanes que llevaron a la quiebra y liquidación de las cajas de ahorros en España".