Convergència no descarta la ruptura con Unió por el plan soberanista
La crisis interna en Unió Democràtica puede abrir también una brecha en la coalición. Dirigentes de los dos socios se han reunido en Barcelona para explorar qué posibilidades hay de llegar juntos a las elecciones de septiembre después de que, ayer, una mayoría ajustadísima de militantes -apenas el 50%- optara por desvincularse de una hoja de ruta independentista
Barcelona
Artur Mas constata que hoy día no puede contar con toda Unió Democrática, pero sí sabe ya que la mitad de la militancia es independentista. En un acto con Iñaki Gabilondo el president, por primera vez, ha reconocido que la pregunta de la consulta de Unió no era clara. “Casi la mitad de Unió ha dicho claramente que sí, y la otra mitad ha dicho sí a un proceso que no han acabado de definir con exactitud”, ha señalado.
A la misma hora, en la sede de CDC, el coordinador general, Josep Rull, daba cuenta de la primera toma de contacto con Unió. Renuión en la que no ha habido avances, según fuentes presentes, y que ha servido para que los convergentes dieran un ultimátum. Antes del sábado, Unió debe decidir si quiere ir con CDC, cuya apuesta por la independencia es inamovible. "Queremos que Cataluña sea un Estado independiente. Así se lo hemos trasladado a Unió Democràtica y, con carácter inminente, esperamos que nos respondan si quieren que vayamos juntos a las elecciones del 27 de septiembre", ha apuntado Rull.
Desde Convergencia apuntan que las plebiscitarias son irrenunciables y piden a Unió que defina rápido su postura. "Si Unió nos dice que no, respetaremos la decisión, pero creemos que estas elecciones tienen que tener un carácter plebiscitario y nos presentaremos en consecuencia", ha dicho el coordinador general. Fuentes de la reunión admiten que las posturas continúan lejanas.
El encuentro llega después de la tensa reunión interna que esta mañana han celebrado los de Duran. Tres horas en las que se ha evidenciado aún más la fractura del partido tras la consulta de ayer, en la que se produjo casi un empate técnico. Por un lado la cúpula, que se ve plenamente legitimada para negociar sólo con Artur Mas, a quien exigirá que suavice su hoja de ruta y la condicione a la legalidad y al diálogo.
Y por el otro, los críticos. Se ven con fuerza tras quedarse a menos de 100 votos de la postura oficialista en la consulta de ayer y suben el pulso a Duran i Lleida. Quieren negociar con CDC, ERC, la Asamblea Nacional Catalana y Òmnium Cultural los términos de la adhesión de su partido a la hoja de ruta independentista. La cabeza visible de los independentistas, Antoni Castellà ha anunciado que se saltan la jerarquía y pedirán una reunión paralela con Mas pero también con estas entidades .Convergencia ya ha dicho que, por ahora, su interlocutor es la dirección de Unió, aunque no descarta otras vías de diálogo. La dirección de Uniò ha anunciado que sólo va a negociar con CDC y que sólo seguirá en el proceso si Artur Mas se compromete a no saltarse las leyes, no hace declaraciones unilaterales y se persiste en el diálogo con el gobierno