Pendientes de los cambios de Rajoy
En el PP confían en que el presidente no haga meros ajustes pero no creen que toque a Sáenz de Santamaría ni a Cospedal. Esperan a ver si se decanta por un nuevo portavoz, coordinador general o comité de campaña, –las ideas que le han dado-, para realizar su lectura interna, ver si se produce alguna desautorización y si los cambios satisfacen o no
Madrid
Los populares están muy nerviosos. Creen que si Rajoy hace los cambios del partido el jueves, antes tendrá que mover ficha en el Gobierno porque el Comité Ejecutivo Nacional no es el lugar para llevar a cabo una remodelación del Consejo de Ministros. Por eso dicen que, si su intención es cambiar alguna de las caras de su equipo en La Moncloa, tendrá que acometerlos antes o después de esa cita. Y muchos en el PP se inclinan por pensar que lo cerrará todo en estos días, de modo que esperan algún movimiento para hoy o mañana.
Algunos conservadores aún confían en que el presidente no se quede solo en “ajustes” pero la mayoría opina que no tocará ni a María Dolores de Cospedal ni a Soraya Sáenz de Santamaría. Sólo ven que ambas pueden perder algo de protagonismo si al final Rajoy se decanta por un nuevo portavoz, un coordinador o un comité de estrategia, que son algunas de las ideas que ha recibido de los suyos. Pero en el PP aguardan para realizar su lectura interna. Dicen que son muchas las claves porque en función de las personas que elija, se hablará o no de desautorización y se podrá concluir si los cambios satisfacen a todos.
De todos modos, desde la formación conservadora insisten en que no todo son caras nuevas porque la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, les ha dado, a su edad, una lección de regeneración. Varios abogan también por cambiar los mensajes y dicen que se puede hacer sin tocar las políticas económicas, que es lo que más preocupa al jefe del Ejecutivo.
Reforma de la ley electoral
Rajoy hablará, como siempre, de economía ante los suyos. Pondrá el acento en que los nuevos pactos, “extremistas y radicales”, ponen en riesgo la estabilidad de la recuperación. Y, además, el presidente llevará, de nuevo, la reforma de la ley electoral al Comité Ejecutivo Nacional. Su intención es que se debata en el partido y que, con el visto bueno de todos, el Grupo Popular lleve al Congreso una proposición de ley para que gobierne la lista más votada.
Dicen que, entonces, lo hablará con todos los grupos de la oposición y que su intención no es “imponerlo” por mayoría absoluta. Muchos, en el PP creen que sería “feo” y generaría “rechazo social”. Además, desde la Moncloa recuerdan que Rajoy siempre ha abogado por llegar a un consenso con el PSOE. Aunque en las filas conservadoras reconocen que ahora la relación, tras los pactos, está “muy envenenada”.
Los populares consideran que ahora, que se está cerrando el nuevo mapa político, ya nadie les podrá tachar de ”oportunistas”, como hace un año cuando lo propusieron, y están dispuestos a acordar una fórmula con el resto. El portavoz del Gobierno, José Luis Ayllón, asegura que “hay margen” para hacerlo en esta legislatura.