McLaren-Honda, peor que Minardi

Cuando Fernando Alonso debutó en la Fórmula 1, a bordo de un Minardi, era un piloto para el que entrar en los puntos era un sueño. Su objetivo no era ni siquiera acabar carreras, sino sumar experiencia en forma de kilómetros para, algún día, dar el salto a Renault.

Minardi era, sin lugar a dudas, el peor equipo de la parrilla. Pero, a la vez, un buen lugar en el que formarse con 19 años. Y aunque las dos primeras carreras Alonso logró llevar a su monoplaza hasta la meta –en los puestos 12 y 13, respectivamente-, el resto de la temporada tuvo que acostumbrarse a entrar al box antes de tiempo.

De las 17 carreras que componían el Mundial 2001, Alonso acabó solo 8. Menos de la mitad. Problemas electrónicos en Brasil, accidente en San Marino, fallo en el embrague en Austria… Nada sorprendente para un equipo como Minardi, que acabó la temporada sin un solo punto y en la última posición del campeonato de constructores.

Alonso no estuvo la temporada siguiente en la Fórmula 1, pero cuando regresó en 2003 a Renault empezó una trayectoria en la que nunca más tuvo que sufrir tantos problemas de fiabilidad… hasta su llegada a McLaren-Honda.

Campeón de la fiabilidad

Son 41 el número de abandonos que ha sufrido Alonso en toda su carrera en la Fórmula 1. Y tras su salida de Minardi, poco a poco se fue olvidando de acabar los grandes premios antes de tiempo. Porque en la temporada 2003 tuvo cinco abandonos. Otros tanto en la 2004. En 2005, cuando ganó su primer Mundial, sufrió dos, y en 2006, con su segundo título, solo uno.

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El mayor ejemplo de que McLaren ya no es lo que fue es que Alonso solo se tuvo que retirar una vez en su primera etapa en la escudería británica. Fue en Japón, tras perder el control en una pista totalmente mojada. Ese año ninguna avería le obligó a retirarse. Eso sí, la estrategia de Dennis regaló a Raikkonen un título para el que parecía predestinado.

A pesar de no tener un coche competitivo, la vuelta a Renault no supuso tampoco demasiados abandonos para el español. De hecho, en 2008 solo se retiró tres veces, las mismas que en 2009. Y en Ferrari, solo se tuvo que retirar ocho veces en cinco temporadas.

De ahí que los cuatro abandonos sufridos en solo en seis carreras –Alonso no estuvo en Australia por su accidente en los tests de Montmeló- parezcan demasiados. Y no solo para los aficionados, sino también para el propio piloto, que ha empezado a sugerir a McLaren que empiece a pensar en la temporada próxima.

"En la posición que estamos y con el rendimiento que tenemos, yo creo que concentrarse en el año que viene es la opción más inteligente para nosotros", decía hace unos días en ‘Autosport’. Y es que si se sigue la progresión actual –dos abandonos de cada tres carreras en las que participa-, Alonso acumulará al final de este Mundial más de diez abandonos. Como para no pensar desde ya en el próximo campeonato.