Un hotel en ruinas recibe a los que sueñan con Europa

Grecia

Hace algún tiempo, en temporada alta, no sería raro ver a grupos de turistas haciendo cola en la recepción del hotel "Capitán Elías" de la isla de Kos para recoger la llave de una de sus 20 habitaciónes. Hoy también son decenas las que hacen cola en su puerta, pero en lugar de una llave, esperan algo de comida, un juguete para sus niños, ropa.... lo que cada día les traen un grupo de voluntarios que se ha organizado en la isla. Si aún funcionara como hotel, habría que colgar el cartel de "No Vacancies" de forma permanente, porque aunque estaba diseñado para acoger como mucho a 80 personas, en las últimas semanas ha llegado a haber 350; y no, no son turistas, casi todos son refugiados recién llegados a Europa.

 "Tuve que huir de Afganistán por un problema político, relacionado con unos juegos de ordenador que no gustaron a los talibanes. Tenía que salvar mi vida y la de mi familia", nos cuenta Ali, de 34 años, que llegó hace cinco días con su mujer, su hijo de dos años, y su hija de uno, que no se separa de él. Como el resto de inqulinos está esperando que la policía, totalmente desbordada, tramite sus papeles para poder continuar viaje hacia Atenas. Después quizá siga por Macedonia, Serbia, Hungría... una ruta peligrosa, pero que es la que eligen la mayoría de los que gastaron todo su dinero para llegar aquí. Si todoa va bien quizá acabe en Alemania, o en Suecia, los destinos más solicitados pero sea donde sea, Ali tiene claro que sólo busca "un lugar seguro, pacífico, donde los niños puedan aprender, y crecer sin miedo, sin violencia". "Salí de mi país por el futuro de mis hijos y de mi mujer". concluye.

A pocos metros de allí, cerca de lo que fue la piscina, Mohamed, sirio de Kubani que llegó ayer con su hermano, repite esa misma idea que ya hemos escuchado y seguiremos escuchando en el Capitán Elías: "Me da da igual a qué país llegar, sólo quiere sentirme seguro, sea de donde sea. Vivir la vida que no pude vivir en Siria". Un lugar, su país, al que cree que ya nunca podrá volver y del que ahora sólo guarda malos recuerdos. Cuando le preguntamos si conoce el plan de la Unión Europea para imponer un sistema de cuotas para admitir refugiados, nos dice que los líderes los líderes europeos no entienden de sentimientos ni de dolor: "Espero que abran sus corazones y vean que esto no es cosa de los que estamos hoy aquí, nosotros no queríamos salir de nuestros país, nos obligaron". Después nos pide que paremos la conversación porque se ha puesto a llorar.

"Esto no va sólo de ayudar a la gente, va de mandar un mensaje. Hay que decirle a los líderes europeos que Grecia, abran o no abran sus bancos el próximo lunes, está llevando todo el peso. No puede ser que algunos países quieran cerrar las puertas mientras otros rescatan barcos, abrigan con mantas a los que llegan mojados cada día y les dan de comer", comenta Sam Barrat, británico, jefe de proyecto de Avaaz.org. Esta organización ha lanzado una campaña de concienciación de cara a ese Consejo Europeo del día 25 en el que se tratará el polémico sistema de cuotas. "Si el presidente Rajoy viera lo que estamos viendo en este hotel, se daría cuenta de que España tiene que hacer más. Sólo está ofreciendo acoger al 0,9 % de los refugiados. España tiene que jugar un papel responsable. Si cualquier presidente viniera a ver esto, no diría que sólo puede aceptar a 1.600 personas. España tiene que ser un líder, no puede decir que no es su problema. Esto es un problema de todos".

Lo de la concienciación es sólo una parte del proyecto con el que Avaaz.org ha traído hasta aquí 2.000 sacos de dormir, kitis de higiene y pañales para bebés. Antes de comenzar el reparto. Barrat explica sus motivos a los voluntarios griegos con los que coordina la distribución: "Estoy aquí porque si mis hijos, que viven conmigo en el Reino Unido, estuvieran amenazados, yo haría exactamente lo mismo que estas personas. Escapar y buscar una vida mejor". Algunos quizá lo consigan, pero de momento para ellos Europa es este hotel abandonado. Bienvenidos al "Capitán Elías".