Prórroga hasta final de año para Grecia
De momento, hay una propuesta prepactada para que las instituciones concedan esa prórroga
Bruselas
Bruselas pide a Tsipras que aumente del 13 al 23% el IVA de los restaurantes y le aconseja que renuncie a aumentar las contribuciones sociales de las empresas.
Dos propuestas que Juncker ha sugerido a Tsipras como los cambios necesarios para la aceptación de su programa de reformas, del que depende hoy dibujar el acuerdo completo, inicialmente vinculado a una prórroga de entre 4 y 6 meses.
El tiempo exacto para la prórroga del programa actual se vincula a un informe del BCE que en sus nuevas funciones "supervisoras" de los Bancos Centrales debe determinar cuánto dinero se puede utilizar de los 10'9 millones previstos inicialmente para rescates a la banca.
Encargar el informe al nuevo Mecanismo de Supervisión del Banco Central Europeo permitirá en la práctica, garantizar que hay prórroga dejando para un poco mas tarde la votación exacta de todos los detalles que es la manera con la que se pretende satisfacer a gobiernos como el de España, de Portugal o Irlanda que inicialmente intentaban limitar las decisiones exclusivamente a desbloquear los 7.200 millones bloqueados desde que Syriza llegó al gobierno.
Sin embargo la prórroga con la que se trabaja no permitirá cubrir todas las necesidades económicas griegas que los expertos en Bruselas cifran entre 15.000 y 27.000 millones hasta finales del 2017, según fuentes comunitarias partidarias de negociar a largo plazo otro 3er paquete.
Estos son los 3 puntos que a modo de pacto escalonado debieran permitir cerrar hoy un acuerdo aunque la decisión final pertenece a los ministros de asuntos económicos del euro con márgenes de flexibilidad estrechos por las repercusiones de carácter político que el debate de Grecia genera en cada estado miembro.
"Sin duda se va imponiendo el sentido común" ha explicado a la Cadena SER el popular Luis de Grandes, mucho más relajado al abordar el tema que el ministro de Guindos y para quien lo importante es "que los griegos admitan que tienen que hacer los mismos sacrificios que hemos hecho otros países para pasar de la austeridad al crecimiento". Y esto es a su entender lo que hay que valorar de las propuestas que ha prometido Tsipras. Que el esfuerzo final que habrán de hacer los griegos sea menor que el que estaba previsto con Samaras parece preocuparle muy poco porque de Grandes cree que el pacto que han de ratificar hoy los ministros entra dentro de lo que era previsible. "Creo que esta suerte de soluciones estaban anunciadas y eran inevitables porque la Unión Europea no ha querido nunca que Grecia salga del euro y los griegos tampoco a pesar de los que vociferan".
El acuerdo con Grecia centrará hoy el debate en el pleno del Europarlamento donde Miguel Duran, en nombre de Podemos pide "que se escuche ante todo a los compañeros de Syriza y se denuncie el chantaje que se ha aplicado a Tsipras". Durán mantiene que es muy difícil negociar "cuando la sombra del corralito está permanentemente encima de la mesa" al margen de defender que esta negociación "no puede hacerse sin una moratoria de los intereses de la deuda", tema en estudio en Naciones Unidas para las negociaciones de reestructuración de deuda soberana.
Pero para la izquierda europea este no es un debate fácil ya que los eurodiputados acusan también las divisiones internas en Syriza. "Esto es una negociación, yo no creo que sea una capitulación" ha explicado a la SER Ernest Urtasun, de Iniciativa y para quien lo importante es que Tsipras está negociando aunque lo haga en unas condiciones difíciles.
El acuerdo ideal, lo ha dibujado para la SER el socialista Jonás Fernandez: "en algún momento hay que sacar al FMI del programa de Grecia y eso pasa por una reestructuración de la deuda que para ser creíble debe pasar a manos del MEDE". El MEDE o ESM es el Mecanismo Europeo de financiación con sede en Luxemburgo creado en esta crisis. "Juntar toda la deuda en el MEDE facilitaría la negociación de una futura reestructuración porque habría un interlocutor único" ha explicado Jonás Fernández.
Su propuesta implica aglutinar en una sola mano los 35.000 millones de obligaciones griegas que tiene el BCE y la deuda de más de 30.000 contraída con el FMI. Una propuesta que choca con los intereses de muchos gobiernos europeos reacios a aceptar que el problema de Grecia se pueda gestionar sin el respaldo del FMI. Una opción difícil especialmente para Alemania que es el que desde el principio condicionó su aportación económica a la presencia del FMI.
Pero pasar la deuda del BCE al Mecanismo Europeo anti crisis empieza a parecer una urgencia también para los representantes de las Instituciones ya que el BCE por sus nuevas funciones de "supervisor bancario" puede acabar teniendo intereses contrapuestos. Esta es una opción que parece creíble para un futuro próximo a los representantes de los negociadores que hemos podido consultar aunque mantienen que la propuesta debe encajarse con un "tercer programa" porque en la práctica el MEDE no tiene competencias para comprar obligaciones y la única vía para ayudar a Grecia es realizar un préstamo vinculado a un programa con condiciones y obligaciones nuevas que aunque coincidan con las que ofrece Tsipras hoy, exigen otra negociación.
Un problema que los expertos empiezan a estudiar para un futuro próximo, que podría elevar la deuda griega con este Mecanismo Europeo de 131.000 millones actuales hasta 158.000 pero que a cambio, permitiría un pago a largo plazo, se apuntan 30 años pagando un interés muy bajo pero para el que hoy no hay aun consenso entre el FMI, la Comisión, el BCE y los gobiernos de la zona euro.