Wert, el ministro de los recortes
Llegó al Gobierno con un perfil bajo y se ha convertido en el ministro más polémico y peor valorado
Madrid
José Ignacio Wert ha sido durante casi toda la legislatura el ministro peor valorado del Gobierno. Nada más llegar al ministerio ya anticipaba las líneas fundamentales de su política. “Vamos a estar más justos de recursos y, por tanto, vamos a tener que estar más sobrados de valores”
Muchos valores conservadores y pocos recursos caracterizan, según la oposición, la ley de Educación, la LOMCE, que el ya ex ministro deja a medio implantar. La norma se aprobó con los votos en solitario del PP y con el rechazo, no solo de los partidos políticos, sino de toda la comunidad educativa. Ha habido 20 huelgas en este tiempo y decenas de manifestaciones
La ley recupera la religión como asignatura evaluable, vuelve a implantar las reválidas, adelanta la elección de itinerarios, blinda el concierto a los colegios que segregan por sexos y tienen una partida específica para los alumnos (“españolizar a los niños catalanes”, llegó a decir) que quieran estudiar en castellano en Cataluña, lo que ha sido motivo de enfrentamiento con la Generalitat y los diputados catalanes en el Congreso.
Durante su gestión Wert ha propiciado también la subida de tasas universitarias, que en algunas comunidades ha llegado casi al 70%, y ha reformado el sistema de becas endureciendo los requisitos y rebajando las cuantías en un momento de grave crisis económica.
Entre sus decisiones más recientes está la reforma de los grados universitarios que podrán ser de tres años y que estudiantes y profesores temen que acabará devaluando las titulaciones y obligando a cursar másteres que son más caros.
Su salida del Gobierno tiene una importante derivada personal. Su mano derecha y futura mujer, la exsecretaria de Estado Montserrat Gomendio, dejaba su puesto hace 15 días para ir a trabajar a la OCDE. Desde hace semanas se especula con que Wert sea nombrado embajador de España ante la organización y pueda marchase a Paris para estar con su novia. Un premio que algunos en el Gobierno consideran excesivo.