Gran malestar en el PP por la salida de Wert del Gobierno
Rajoy, fiel a su estilo, comunica “un retoque” en el Gobierno con una nota de prensa. La salida de Wert genera un gran malestar en las filas populares. Creen que, a tan pocos meses de las generales, está “muy feo” que se le permita abandonar el cargo. Y piensan que el presidente ha pagado el pato con el partido, porque él se exculpa de la debacle del 24M y no toca a sus ministros
El exministro de Educación, José Ignacio Wert durante la sesión de control al Gobierno. / Zipi (EFE)
Madrid
A las diez de la noche llegó un email con la nota de la Secretaría de Estado de Comunicación. “Con nocturnidad y alevosía”, bromeaba después algún cargo popular. Pero, lo cierto, es que en el PP no hizo ninguna gracia la noticia y , menos aún, la forma en la que se supo el único cambio del Gobierno.
Mariano Rajoy, fiel a su estilo, aprovechó que estaba en Bruselas, para pedir a sus colaboradores que dieran cuenta de su decisión. Un documento escueto, de tan solo tres párrafos, para nombrar a Íñigo Méndez de Vigo sustituto de José Ignacio Wert. Muy previsible y sin comparecer ante los medios de comunicación para explicarlo, a pesar de que había prometido una nueva política de comunicación.
El presidente español, Mariano Rajoy, a su llegada a la reunión del Partido PP en Bruselas (Bélgica). / JULIEN WARNAND
El presidente dijo que haría cambios en el PP y en el Gobierno antes de finalizar el mes de junio y cumplió su palabra. Sin embargo, a los suyos les sorprendió que solo hiciera “ese ajuste” en el Ejecutivo. A su juicio, debería haber prescindido del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, quien está enemistado con los responsables de todas las Comunidades Autónomas. También le habían pedido que sustituyera o restara poder a Soraya Sáenz de Santamaría, a la que achacan la mala imagen que tiene ahora el Partido Popular. Pero Rajoy no hizo caso de las recomendaciones, ni se fijó en quinielas.
Previsible, hizo lo mismo de siempre. Un calco de lo que ocurrió a lo largo de la legislatura con Miguel Arias Cañete, Ana Mato y Alberto Ruiz Gallardón. El primero, por obligación. Los otros dos, por dimisiones. Nadie esperaba una revolución pero tampoco “tan poca cosa”.
En las filas conservadoras hay un gran malestar. Dicen que después de la descoordinación con lo de los funcionarios y los mensajes contradictorios sobre los presupuestos, ahora solo les faltaba esto. A su juicio, solo se acumulan “errores”.
Además, consideran que el partido ha pagado el pato de los resultados del 24 de mayo. Les parece “muy injusto” que Rajoy se exculpe de la debacle y que nada afecte a su gabinete cuando todo es consecuencia de su gestión y políticas. Varios dirigentes no comprenden como el presidente deja pasar “una oportunidad de oro” para recuperar apoyos y ven, más cerca que nunca, una derrota ante las urnas.
Son muchos los que se muestran “indignados” porque el jefe del Ejecutivo ha accedido a los deseos de Wert y permite que a tan pocos meses de las generales, deje su cargo. Piensan que, sea cual sea su destino, está “feo”. Más cuando no hay ninguna remodelación y solo le afecta a él, como si le concediera un premio a uno de sus ministros más polémicos. Hay quien piensa que se va a París, tras su pareja sentimental, pero la Moncloa no lo ha confirmado. Y señalan que si, al final, fuera así, es algo “muy mal visto”. Están convencidos de que ni siquiera los votantes del PP lo podrían comprender. Por eso, para ellos, este “retoque” puede pasarle “una gran factura” a Rajoy.
