El Eurogrupo confirma la ruptura y empieza la campaña del 'sí'

Bruselas

Ruptura confirmada. La palabra la tienen los gobiernos ha dicho esta mañana el vicepresidente de la Comisión, Vladis Dombrovkis y los gobiernos cierran filas con Merkel. Era imposible pensar en un acuerdo tras escuchar a Tsipras pidiendo el 'no' el domingo y muy difícil pensar que el primer ministro griego podía retirar la consulta sin un acuerdo previo.

El resultado es que la Europa de las instituciones ha de entrar en campaña y hacer suyo el discurso del miedo: "el 'no' implica el rechazo de Europa", ha dicho Juncker esta misma semana para que Tsipras pierda la votación. Una apuesta arriesgada aunque entre las filas populares se ha abierto la campaña, dando por hecho que con el Referéndum puede venirse abajo el gobierno Syriza.

"¿Porque debemos financiar a los griegos privilegios que nosotros no tenemos?", pregunta vía Twitter el eurodiputado español Pablo Zalba. Su jefe en el grupo europeo, Manfred Weber, niega que intenten dar lecciones a nadie pero defiende que "la situación que han de vivir los griegos demuestra a donde lleva la vía alternativa", moraleja que a su entender debe aplicarse a España donde frente a Podemos, Weber ha defendido siempre el "pacto a la alemana" para pasar la crisis.

El 'corralito' griego avala el argumento de quienes creen que la izquierda alternativa solo conduce al caos y hoy justifican la falta de diálogo por "lo creído" que es Varoufakis, lo pesado de sus intervenciones y especialmente el rechazo que entre tantos ministros han generado sus "lecciones". Tsipras también les ha cansado,"porque ha esperado el último minuto para reclamar el rescate" y demostrado que es un hombre "que no merece la confianza".

Aunque el problema es que nadie sabe explicar que pasará después del referéndum. Hasta entonces, Grecia tiene garantizada la liquidez del BCE. Pero después, se desconoce qué pasará si el 'no' se impone entre los ciudadanos. Si gana el 'si' en las instituciones está muy claro: Tsipras dimite y entra un gobierno de concertación. La oferta que Tsirpas rechazó para aprobar el pacto y que tras varias reuniones entre el equipo Juncker y la oposición griega, parecía en Bruselas la mejor solución.