Berta Vázquez, de vocación: soñadora

Madrid

Tras intercambiar unas primeras palabras, la pregunta es obligada: "¿Eres tan risueña como tu personaje en 'Vis a vis'?". No es necesaria la respuesta. Lo es.

Berta Vázquez atiende a la SER sentada en un sofá en la parte más próxima a los camerinos de la ficticia prisión en la que se rueda la serie 'Vis a vis'. Desde el primer instante hay una sonrisa en su cara que rompe las distancias y que emana amabilidad.

Está viviendo con alegría y naturalidad el momento de pasar del anonimato al de protagonista de una las series de mayor reconocimiento de la temporada. Lo que empieza siendo una entrevista, con el paso de los minutos, se va convirtiendo en una tranquila charla. Berta está más cómoda y más sonriente aún.

Se ha topado, sin pensarlo, con el éxito como actriz pese a que por su interior fluye el ritmo de la música. Es el motor vital de una chica de 23 años tan soñadora como aventurera que desde niña ya sentía que bailando se transitaba mejor por la vida que caminando.

Soñando, soñando… y con un admirable espíritu positivo, Berta está llegando a lugares que quizá nunca contempló ni imaginó. El día a día como aventura es mucho más excitante. "Un culo inquieto" al que le gusta hacer de todo. Así se define esta chica que, con ganas de aprender y con la música como acompañante infatigable, no deja de soñar.

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Rizos es un personaje que mola…. A la gente le mola… ¿Eres tan risueña como tu personaje o, a veces, sacas mala leche?

Por lo general, soy risueña y alegre. Luego soy poco tolerante cuando veo algo que me parece injusto o no me parece bien. Ahí saco mi carácter.

¿Qué tipo de cosas te enfadan?

[Piensa] Me enfada cuando la gente no es honesta, no es transparente o no actúa de verdad, sino por buscar otras cosas. También algunas situaciones que se puedan dar, pero no me considero muy enfadica.

La música, en cambio, te pone de muy rollo, ¿no? ¿Sueles ir con música cuando te traen a grabar?

Sí, normalmente, sí. Escucho de todo, en función del estado de ánimo. Tengo a John Smith, Ben Howard, Amy Winehouse… También reggaeton, para cuando estoy muy contenta [sonríe], Rihanna, Beyonce… Hay un poco de todo.

Estás bastante formada en temas de música, baile… Sin embargo estás trabajando como actriz. Tienes 'Vis a vis' que es una gran serie y la película 'Palmeras en la nieve' que todo apunta a que será una gran obra también… ¿Tu lado musical necesita salir entre tanto proyecto interpretativo?

Sí, claro. Me lo pide el cuerpo. Hace dos horas, estaba en casa, he comido y me he puesto a tocar la guitarra y a componer. No por nada, sino porque me lo pide el cuerpo. Es como que me persigue lo de la música, componer… Lo hago en mis ratos libres y, ahora que paramos el rodaje y puedo descansar, supongo que le dedicaré más tiempo a estar en mi casa con la música.

¿Qué te está enseñando el mundo de la interpretación?

Todo. En 'Palmeras en la nieve' partí de cero. Se supone que yo tenía innato la intuición, ser sensible, pero el resto de cosas -cómo se trabaja en un rodaje, qué es interpretar, cómo se construye un personaje…- las he tenido que aprender. No tenía ni idea de qué eran ni en qué consistían.

He aprendido a sentir a una persona que es imaginaria, a convertirme en esa persona y a analizar un texto… porque no quedaba otra, porque ya estaba en un rodaje.

¿Cómo te sale lo del casting de 'Palmeras en la nieve'? Irías acojonada al casting, ¿no?

No, porque nunca tenía previsto ni había pensado en ser actriz. Soy un culo inquieto, me gusta hacer de todo lo que se me presenta y aprender. Soy un poco aventurera.

Se presentó para hacer el teaser de 'Palmeras', yo lo hice y al medio año se abrieron los castings. Yo estaba trabajando y tuve que escaparme para hacer el casting sin ninguna expectativa de nada.

¿En qué estabas trabajando?

Yo he trabajado de todo: de camarera, a veces de modelo haciendo publicidad, en una tienda de ropa…

Y ahora que te has metido en la piel del actor, ¿engancha?

Engancha mucho. Es sacrificado emocionalmente porque casi toda tu atención tiene que ir a vivir esa cosa, te atrapa un poco. Es muy adictivo, como hacerte el tatuaje: en cuanto terminas el primero ya estás pensando en qué te gustaría hacerte en el próximo.

El personaje de Rizos es como una mina en la que acabas de entrar y aún le quedan mucho por explorar… ¿por dónde irán sus derroteros en la segunda temporada?

No tengo ni idea… Nadie tiene ni idea…

¿Tú entiendes ya a tu personaje? ¿Estás en ese punto en el que le puede comprender sus dudas, sus sentimientos…?

Ahora sí, al principio, no. Partes de un papel que te dice cómo eres, pero hasta que no pasan cosas, se suceden las tramas y atraviesa momentos que te hacen dudar… tú no lo entiendes. Yo he entendido al personaje al final de la temporada, haciendo una valoración.

En 'Vis a vis' hay desnudos, hay relaciones lésbicas entre las reclusas… ¿Es clave que se le presente todo al espectador de una forma natural?

La naturalidad es la única manera de que la gente lo vea natural. Al principio se dice: "es que os desnudáis". Hay que seguir haciéndolo porque es parte de la trama. Aquí lo tratan con naturalidad porque están contando cosas de una cárcel y los valores morales de una cárcel son absolutamente distintos. Aquí pueden pasar cosas y pasan cosas que fuera, en la vida normal, no pasan.

Fuera de esta cárcel en la que grabáis, ¿te has puesto a pensar qué harías tú si te pasara lo que a tu personaje o lo que a Macarena -la protagonista- o prefieres desconectar?

Sobre todo, por la cantidad de horas que estamos aquí, te vas a casa atrapado por lo que has estado haciendo durante 12 horas. Sobre todo, en los últimos capítulos más porque han sido más intensos y han pasado cosas más duras.

Te vas a casa como si tuvieras una vida paralela que se solapa sobre tu vida y te vas con ese estado de ánimo y cansada… Y no te da mucho tiempo a recuperarte porque al día siguiente tienes que estar aquí otra vez.

¿Crees que después de emitirse la temporada de 'Vis a vis' la gente ahora sí que conoce a Berta Vázquez por su trabajo como actriz y no por otros temas?

Hombre, claro. Siempre he intentado y seguiré intentando que sea por mi trabajo. Obviamente, primero hice 'Palmeras en la nieve', pero la gente ha podido ver antes 'Vis a vis'. Así que donde se me ha ubicado es en 'Vis a vis': una actriz en una serie.

Si volvemos a la época del cole… ¿cuándo dices tú en casa que quieres aprender a bailar, cantar…?¿Cuándo sientes la punzada de artista?

Pues de la música me di cuenta como a los 16 años, cuando canturreaba y componía… Luego me di cuenta de que llevaba inventándome canciones desde los 8 años. Era algo de lo que no prestaba mucha atención.

Lo de la danza fue a partir de los 12, me apunté a una academia de baile. Me gustaba mucho bailar, la música… Antes de ir al cole me encerraba en mi cuarto a bailar un montón de rato… Son como pequeñas señales a las que no prestaba atención porque estaba estudiando en el instituto el bachillerato. El engancharme a la danza me hizo querer venirme a Madrid a bailar.

¿Dónde vivías?

En Alicante

¿Qué recuerdas de esa época? ¿Cómo era esa Berta?

Pues, un poco, como ahora: muy alegre, con mucha energía, un poco loquita… me gustaba disfrazarme en casa y hacer tonterías para la familia. Muy inquieta: estaba bailando, estudiando y compitiendo. Más o menos, igual que ahora, pero ahora con más responsabilidad [sonríe]

¿Y te viniste sola?

Sí… me apetecía. Lo tenía claro desde los quince que quería aventura.

Entiendo, entonces, que tienes un carácter que no se te pone nada por delante…

Soy muy aventurera…

¿Alguna vez te arrepientes de haber metido el pie más de la cuenta por ese espíritu de aventura?

¡No! Fíjate, me vine a Madrid a lo loco, nadie entendía nada por ser tan joven y sin ahorros… Pero a mí era como que me gustaba estar al límite, tenía entendido que los artistas tenían que pasar por esa fase de supervivencia para llegar a algún sitio, que desde casa no ibas a llegar a nada.

Como esa era mi mentalidad me lancé a la aventura, a sufrir un poco, pero ha merecido la pena.

Cuando te presentabas a un casting, o ibas a las audiciones de 'La voz' y las cosas no terminaban de salir, ¿venían los momentos de bajón?

¡No! Una de las cosas que me dicen es que soy muy soñadora. Pienso que seguro que va a llegar el momento. Cuando hacía castings, normalmente no me aferraba a la idea; decía "seguro que sale algo mejor".

Y si me pasaba eso de que me diera algo de bajón, siempre había alguien que me decía que si no ha ocurrido es porque no ha tenido que ocurrir.

¿Ahora qué sueñas?

Pues sueño, por supuestísimo, seguir trabajando de actriz, haciendo más cosas y tomarme un poco más en serio la música, encaminar esa faceta.

¿Te gustaría sacar un álbum? ¿Con qué artista te gustaría colaborar en tu primer álbum?

Me gustaría… ¿con qué artista? [resopla y piensa] Por ejemplo, me encantaría con Ben Howard. Pero esto es en un modo muy soñadora [ríe]

Tú has vivido hasta los tres años en Ucrania, luego te has criado en Alicante, de adolescente viniste a vivir a Madrid… ¿de dónde te sientes tú?

Me siento del mundo porque he vivido en muchos sitios, pero siempre me siento de donde yo estoy en el presente: ahora llevo muchos años en Madrid y me siento de Madrid.

¿Con qué te quedarías del personaje de Rizos para ti?

[Piensa] No lo sé. Con la parte maja del personaje juego a ser yo; a otro nivel, más arriba. En la parte dura, juego a cosas que creo que no soy. Me gusta de Rizos su alegría y su optimismo; en el personaje es una tapadera, pero me gusta su carácter alegre.

¿Es duro el boom mediático que, entre unas cosas y otras se te ha venido encima?

Yo no lo he notado tanto… Igual porque no estoy pendiente de ese boom. Lo único que he notado es que, de repente, estoy trabajando un montón en cosas súper chulas, pero mediáticamente no lo he notado tanto. Así que estoy feliz.

La pregunta más difícil… ¿dime algo negativo sobre ti?

¿Sobre mí? Seguro que hay cosas… pero a ver qué digo [piensa y ríe]. A veces, sobrevaloras a los demás más que a ti mismo; o admiras demasiado a los demás y no te das cuenta de tus propias capacidades. Tienes más presente las cosas buenas de los demás, que las tuyas.