La hora de los estadistas

Atenas

Alexis Tsipras ha obtenido una rotunda victoria. El pueblo griego ha respaldado a su primer ministro en su desafío a las instituciones europeas con un apoyo masivo en el referéndum de este domingo al 'no' que defendía el ejecutivo de Atenas. Más de un 60% de los que han acudido a las urnas se han quitado el miedo de encima y han rechazado la última propuesta de recortes y ajuste fiscal que planteaba la troika.

Pero más allá de las celebraciones de esta noche de domingo, Grecia se enfrenta en los próximos días a una situación extremadamente grave y delicada. El resultado del 'no' ha disgustado profundamente en Bruselas, y sobre todo ha provocado seria indignacion en Berlín. Son muchas las voces en la capital alemana que han reclamado ya que Europa suelte amarras y deje partir a Grecia. Es tremenda la responsabilidad que tiene sobre sus hombros la canciller Angela Merkel, sometida a la presión de sus socios y aliados que le exigen una respuesta de castigo y a la vez consciente de su responsabilidad histórica. Merkel no quiere ser recordada como la canciller que permitió la ruptura del euro, como la líder alemana que empujó a Grecia a salir de Europa.

La respuesta al desafío

Todos los líderes europeos coinciden en que es el momento de no precipitarse. Hay que pensar mucho la respuesta a este desafío. Pragmatismo es la palabra que más se ha repetido en las últimas horas. Pragmatismo, frialdad, sentido de estado y mucho sentido común. De momento ya se ha convocado con urgencia para este martes 7 de julio el Consejo europeo. Antes, este lunes, Angela Merkel y François Hollande se reunirán para tratar la situación, pero está claro que ni ellos ni los líderes europeos quieren que la decisión sea solo de ellos dos. Europa debe responder de un modo firme, consensuado, práctico y generoso.

Y también en Grecia ha llegado la hora de los estadistas. Lo sabe Tsipras, que más allá de su legítimo derecho a saborear este triunfo cuando muchos pensaban que se trataba de su suicidio político ya comenzaba a dar muestras, en la misma noche del domingo, de la seriedad y gravedad de la respuesta que debe preparar. Tsipras apelaba a la unidad de todos los ciudadanos y de todos los partidos griegos. Se atribuia el triunfo y anticipaba un nuevo modos de entender la politica europea, pero se esforzaba además en sonar conciliador. Se esforzaba él y se esforzaba su ministro de Finanzas Varoufakis, que reclamaba abrir una nueva negociación sobre nuevas bases pero desde el respeto mutuo.

Tsipras convocará este lunes a los partidos de la oposición para preparar una respuesta unitaria que se pueda llevar al día siguiente a Bruselas. La actitud del Gobierno griego será fundamental en las próximas horas para que el caudal de legitimidad obtenido con este resultado del 'no' pueda aprovecharse en el mejor beneficio de Grecia y de Europa.

El pueblo griego ha hablado. Este fin de semana era la hora de los ciudadanos. Ya se han pronunciado. Ahora ha llegado la hora de los estadistas.