El acuerdo para el tercer rescate complica la situación interna de Tsipras

Madrid

Nada más volver a Atenas, Tsipras se ha reunido con pesos pesados de su partido y de su gobierno. El objetivo es echar cuentas para conseguir el apoyo del Parlamento antes del miércoles y medir hasta dónde llega la rebelión interna en su partido.

Lo primero no parece difícil. Los partidos de la oposición -los populares de Nueva Democracia, los socialistas del Pasok y los liberales de To Potami- dirán sí, y eso ya son 106 diputados. Le bastaría sumar otros 45 de sus filas, lo que parece fácil porque son 149.

Lo segundo no es tan fácil y puede tener consecuencias serias. 17 diputados ya se abstuvieron, se ausentaron o votaron no el sábado de madrugada cuando Tsipras les presentó lo que iba a plantear en Bruselas y otros 15 dijeron sí, pero advirtiendo de que no admitirían más austeridad. Por tanto no sería raro que el rechazo interno aumente ahora

Con este escenario, ¿qué opciones le quedan a Tsipras?

• Pequeña crisis de gobierno con algún cambio de ministros y seguir gobernando con apoyo puntual de la oposición.

• Gran crisis de Gobierno con la formación de un Ejecutivo de unidad con representación de los partidos de oposición para implementar las nuevas medidas

• Y no se descarta que al final de todo esto haya elecciones anticipadas, como ha dado ya por hecho que va a pasar el actual Ministro de Trabajo con unas declaraciones en la televisión pública que dan buena idea de cómo está el ambiente en Grecia y cómo pueden ser los próximos días para Tsipras.

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Tsipras se reúne con su grupo parlamentario este martes y, para el miércoles, está ya convocada una huelga de funcionarios  y se esperan manifestaciones de protestas en las calles.

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