Ciencia y tecnología
Piscina

Piscinas, caldo de cultivo de gérmenes e infecciones

No mantener unos adecuados niveles de desinfección y la falta de mantenimiento pueden provocar problemas de salud.

Un grupo de personas hace ejercicio en una piscina pública. / Riera, Marina ACN

Madrid

Ahora que el intenso calor persiste, las piscinas son la opción predilecta para aquellos que no tienen la oportunidad de vivir al borde del mar. Las piscinas recreativas llenan su aforo, especialmente los fines de semana. Sin embargo, muchos de esos bañistas no se hacen una idea de los gérmenes y bacterias que pueden estar nadando con ellos.

Antes de entrar en pánico, conviene saber que un buen sistema de cloración y el ajuste de PH son armas bastante eficaces para combatirlos.

Otitis

La otitis, una de las afecciones más comunes en las piscinas. / BSIP

Uno de los habituales de las piscinas. Suele tener lugar a los pocos días de haber estado nadando. Se produce cuando queda agua almacenada en el canal del oído durante un largo periodo de tiempo. Así, se presenta como un caldo de cultivo propicio para los gérmenes de las piscinas. La mejor solución para evitarlos, usar tapones adecuados, utilizar gorro o procurar liberar los canales auditivos de agua.

Diarrea

Otro de los clásicos de las aguas recreativas. Esta infección es muy frecuente al ser causada por algunos gérmenes resistentes al cloro (como el Criptosporidium). Tiene lugar al tragar de forma accidental agua contaminada. Entre las mejores medidas para evitarla, lavarse las manos frecuentemente y ducharse antes de meterse en la piscina para evitar introducir agentes infecciosos.

Hongos

Mycosis, uno de los hongos más comunes.

Aunque no hay estudios que demuestren científicamente una mayor incidencia de los mismos en verano, lo cierto es que las duchas de las piscinas tienen condiciones para convertirse en su residencia habitual. La infección denominada ‘pie de atleta’ es una de las más comunes. Es el resultado de la combinación de diferentes tipos de hongos. Produce fisuras, rojeces y picores en los pies. Por ello, la mejor recomendación es evitar andar descalzo y hacerlo con suelas de goma.

Verrugas

Suelen propagarse en la zona de la plantas de los pies y tiende a afectar más a niños. Ante este peligro la misma solución que en la mayoría de los casos, no quitarse las chanclas.

Las verrugas en las plantas de los pies, incómodas para los bañistas. / Getty Images

Las aguas poco cloradas, menos desinfectadas, pueden ser el lugar propicio para todos los problemas relatados. Sin embargo, el exceso de cloro puede provocar irritaciones en ojos y piel (sobre todo, en piscinas cubiertas). Por tanto, el mejor modo de disfrutar del verano es seguir las recomendaciones, ajustar la cantidad de desinfectante a los niveles estipulados y vigilar su mantenimiento.

 
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