Ciencia y tecnología

El triste final de HitchBOT, el robot autoestopista

El experimento sociológico, que pretendía observar e investigar las relaciones entre la tecnología y los seres humanos, ha sido desmembrado por unos vándalos en Filadelfia

HitchBOT fotografiado en un parque de Boston.

Madrid

Triste final para el robot que ha recorrido miles de kilómetros a través de Canadá, Alemania y Holanda haciendo dedo durante más de un año. HitchBOT ha encontrado el final del trayecto cuando se disponía a recorrer Estados Unidos haciendo autostop. Pero su aventura en tierras estadounidenses solo le ha permitido recorrer 400 kilómetros.

El pasado 17 de julio el simpático robot comenzaba un nuevo viaje, que partía desde Massachusetts con destino hacia San Francisco, en California. Solo 14 días después se encontraba haciendo autostop en Filadelfia, cuando en plena madrugada un vándalo decidió poner fin a la aventura de hitchBOT de la manera más cruel: a patadas y arrancándole cabeza y extremidades.

Este hecho atroz ha consternado a los seguidores de Bot, pero sus creadores, Frauke Zeller y David Harris Smith, ya han confirmado que están trabajando en un nuevo proyecto que vuelva a poner un robot en la carretera. Además han anunciado que no emprenderán represalias contra el culpable, que fue grabado por una cámara de seguridad.

El triste final de HitcBOT, el robot autoestopista

Un proyecto sociológico

El objetivo de HitchBOT era explorar Canadá y compartir experiencias con los seres humanos, gracias a la capacidad de responder preguntas durante el viaje, compartiendo sus gustos y entablar conversaciones con datos recogidos de Wikipedia. Su cámara fotográfica, que capturaba instantes cada 20 minutos, y su conexión GPS permitía saber dónde se encontraba en cada momento.

Durante este año de viaje, que le han llevado a recorrer Canadá, Alemania y Holanda, cientos de personas han podido compartir experiencias e instantáneas con este simpático robot en forma de cubo y extremidades azules, cubiertas por botas de agua y guantes amarillos. Su sonrisa, formada por bombillas leds rojas, ha encandilado a miles de personas en las redes sociales donde compartía en sus cuentas oficiales de Twitter, Instagram y Facebook los lugares que ha visitado, tales como los canales de Ámsterdam, la puerta de Brandenburgo o el Times Square.

Pese al triste final, HitchBOT ha demostrado que es posible recorrer miles de kilómetros haciendo autostop con una sonrisa.

 
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