El PSOE resitúa su discurso sobre Cataluña

Madrid

Las elecciones catalanas son una prueba de fuego para la coherencia del discurso de los socialistas. El PSOE era consciente de eso cuando reunió en Sevilla el pasado 13 de julio al Consejo de Política Territorial, donde se sentaron la Ejecutiva federal y los dirigentes territoriales del partido solo después de la renuncia expresa al derecho a decidir del PSC que lidera Miquel Iceta. En él estaban puestas todas las miradas ese día y en él siguen puestas ahora, en medio de una precampaña electoral muy polarizada en la que los socialistas tienen muchas dificultades para encontrar un espacio político cómodo.

Es en ese contexto en el que se ha estado moviendo la idea de que el PSOE abría la puerta a la incoporación en su propuesta de reforma de la Constitución de un pacto fiscal para Cataluña que, en definitiva, supondría el establecimiento de una relación bilateral entre el Estado y Cataluña en materia de financiación autonómica, sacando a esta comunidad del régimen común y equiparando su situación a la de País Vasco y Navarra.

Ésta es una vieja reclamación de los nacionalistas catalanes a la que abrió la puerta primero el portavoz socialista en el Senado, Óscar López, que dijo que no era una opción descartable. Luego, en los micrófonos de Hoy por Hoy, el secretario de Organización del PSOE, César Luena, sostuvo que se iba a impulsar tal pacto fiscal, aunque lo consideró compatible con la mejora de la financiación de todas las comunidades.

Hablar de pacto fiscal para Cataluña supone destapar la caja de los truenos en el seno del PSOE, que históricamente ha vivido multitud de tirones internos a cuenta de este asunto y que siempre ha defendido que la financiación autonómica tiene que estar atravesada por una premisa: la igualdad de los españoles independientemente de donde vivan. Así que el debate estaba servido. Tanto el PSOE andaluz a través de su portavoz parlamentario, Mario Jiménez, como el extremeno por boca de su máximo responsable, Guillermo Fernández Vara han sido claros al respecto: admiten que la reforma federal de la Constitución contente a los catalanes en el reconocimiento de su singularidad en cuestiones identitarias pero rechazan de plano que esa singularidad tenga un correlato económica. Se niegan, han venido a decir, a que Cataluña 'se escape' del régimen general. 

El revuelo interno ha llevado a los socialistas a recolocar su discurso. Ha sido Antonio Hernando, portavoz del PSOE en el Congreso, quien ha tenido que aclarar que la reflexión sobre el pacto fiscal no está sobre la mesa de su partido. Su posicionamiento, dijo este lunes a los periodistas, es el de  Ferraz, el de una dirección federal que no quiere que se le escape de las manos un asunto que ya dio importantes dolores de cabeza al PSOE de Rodríguez Zapatero, cuando el debate territorial acaparaba la actualidad política y el PP auguraba la ruptura de España.

Hernando se esforzó en ser rotundo. La postura oficial del PSOE pasa por actualizar el sistema de financiación autonómica para conseguir un sistema más justo y equitativo para todas las comunidades autónomas. Para todas, insistió a los preguntas de los periodistas. El actual sistema de financiación fue aprobado por el Gobierno de Rodríguez Zapatero. Su ejecución no ha contentado a Cataluña que, al igual que otras comunidades como Andalucía o Comunidad Valenciana, se consideran infrafinanciadas.