Internacional
RUTA BBVA | DÍA 7 Y 8

Bogotá, ante su gran reto

La capital colombiana, con casi ocho millones de habitantes, lucha por definir un modelo de ciudad que garantice la sostenibilidad y los servicios públicos mientres reduce las desigualdades

Expedicionarios de la Ruta BBVA suben a pie al santuario de Montserrate. Al fondo la imponente Bogotá con sus casi ocho millones de habitantes / ÁNGEL COLINA

Bogotá

Bogotá ha vivido y sufrido un gran proceso de urbanización en el último medio siglo por los desplazamientos del campo a la ciudad. Con casi ocho millones de habitantes en la actualidad, la capital colombiana no estaba preparada para crecer tan rápido, lo que aceleró las desigualdades y la segregación. Tras los duros años noventa, en los que se convirtió en la capital del caos por la corrupción, las guerrillas y la falta de servicios básicos como el alcantarillado o las escuelas, Bogotá vive desde hace un par de años un renacer gracias al impulso económico y al compromiso de una ciudadanía, con un gran sentido de lo colectivo. La profesora de la Universidad del Rosario Carmenza Saldías analiza la fisionomía de una urbe próspera y dinámica que aún tiene demasiados desafíos, especialmente paliar la pobreza. 

¿Cuál es el mayor problema al que se enfrenta Bogotá por el crecimiento?

El mayor problema en este momento es garantizar que una ciudad de ocho millones de habitantes tenga el agua, la comida, la sostenibilidad... garantizar eso son temas que en el siglo XXI generan mucha preocupación. Hemos crecido sin darnos cuenta que ocupábamos las tierras donde se producía la comida y estaba el agua que necesitábamos y entonces ahora Bogotá tiene que trabajar mucho para garantizar el agua del futuro, la comida del futuro y eso es un trabajo que va tener que hacer poniéndose de acuerdo y llegando a pactos muy estructurales con las regiones y poblaciones vecinas.

Carmenza Saldías, durante un momento de su charla en Montserrate / ÁNGEL COLINA

Colombia ha cumplido con los objetivos del Milenio al reducir la desigualdad aunque la tasa sigue siendo alta –en torno al 8-9%-. ¿Qué se ha hecho en Bogotá?

En los últimos 20 años se ha hecho una tarea gigantesca para garantizar que el derecho al agua, a la energía, a los parques, a las escuelas sea universal. Y la forma que se hizo fue por un lado definiendo las políticas públicas y poniendo la voluntad del Gobierno a esas decisiones para hacer esos grandes proyectos pero la otra cara es que la ciudadanía estuvo dispuesta a pagar impuestos, las tarifas de servicios para poder garantizar la financiación de las cosas. Hacer ciudades es costoso, y las ciudades son del tamaño de la bolsa que pone el ciudadano. Creo que la fuerza de Bogotá y la transformación de Bogotá es porque la ciudadanía se comprometió a poner en la bolsa común y el gobierno cumplió en lo general de dotar de lo básico. Faltan muchas cosas pero una ciudad que puede garantizar que tenga agua, energía, escuelas y parques es una ciudad con una tarea bastante avanzada.

¿El crecimiento económico que vive la ciudad y la reducción de la desigualad ha influido en la bajada de la violencia?

Por supuesto. Esta es una ciudad donde la persona más pobre o en la situación más difícil llega a la ciudad y encuentra un empleo con buenos ingresos y esos ingresos le dan porque tiene una gran plataforma de servicios públicos y sociales para vivir mientras sus hijos tienen de lo colectivo la educación y los demás servicios. La ciudad tiene una de las tasas de homicidios más bajas del país. Creo que la ciudadanía aprendió a valorar la vida cuando aprendió a valorar la convivencia, cuando se sintió parte de quien financia la convivencia. La ciudadanía en una gran ciudad no siempre es la más simpática, agradable, ni canta por las calles, hay muchas tareas muy duras y muchas urgencias por llevar, pero es una ciudad solidaria en la discreción, en el anónimo, que sabe que está poniendo para que otros vivan mejor. Eso ha ayudado a que la ciudad sea hoy donde vivas más tranquilo, puedas trabajar, y puedas pensar que hay un futuro.

¿Cómo es ese futuro para Bogotá?

Yo lo veo fuerte, optimista si sabemos aprovechar lo que tenemos. Es una ciudad que tiene muy buenas condiciones y una ciudadanía consciente. Cuando uno tiene ciudadanía, tiene el valor más importante. Además tiene vecinos y regiones muy poderosas, agrícolas, ganaderas para producir lo que necesite para su autobastecimiento en lo fundamental. Tiene empleo y el gran reto de no hacer más expansión de la ciudad, sino a transformar la ciudad construida y a permitir que las ciudades del entorno, como Tunja por ejemplo,, se vuelvan ciudades también muy buenas. Cuando eso pase, Bogotá se volverá mejor porque mientras mejor viva la gente en otras ciudades vecinas y en el campo menos tendrá que migrar y mejor será la ciudad de Bogotá. Mi esperanza es que la ciudadanía sea consciente de la importancia de llegar a acuerdos con los vecinos para tener un futuro mejor para todos.

José M. Romero

José M. Romero

Cubre la información de cine y series para El Cine en la SER y coordina la parte digital y las redes...

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00