El primer ministro finlandés cede su casa para los refugiados y prepara a su país para acoger a 30.000 asilados

Bruselas

A falta de acuerdos comunitarios, se imponen iniciativas individuales. La finlandesa ha sorprendido a los socios de un gobierno anclado a la derecha (PPE/liberales/Neo-nacionalistas) y en el que se ha integrado el partido populista de los "auténticos finlandeses". Pero el primer ministro, de un partido liberal, el Partido del Centro, (Sipilä), ha decidido que su "cristianismo" le obliga a actuar ante la crisis y ha anunciado que su residencia privada servirá para acoger a refugiados sirios. No serán muchos, pero el anuncio vale para abrir el debate en un país al que el año pasado llegaron poco más de 3.000 personas para pedir asilo.

En España, el gobierno prefiere esperar a que "la Comisión especial, creada por Rajoy, evalúe las capacidades de acogida", dijo ayer en Luxemburgo el ministro de Exteriores, Garcia Margallo, pendiente de la propuesta que presente Bruselas.

La Comisión ultima su nuevo mecanismo de emergencia. El proyecto pretende repartir con carácter de urgencia a los refugiados de Siria que están llegando a Europa. Es el segundo intento de reparto común. El primero, presentado a finales de mayo terminó recortado por los gobiernos de la Unión Europea que dejaron en 32.000 personas, las 40.000 que el equipo de Juncker quería repartir entre los estados. España, por ejemplo, cuestionó las cuotas de reparto y decidió que el 10% previsto por Bruselas no se correspondía con su tasa de paro ni reconocía los esfuerzos hechos en las fronteras españolas para impedir el acceso de inmigrantes, por lo que limito su aceptación a 2.700. Aunque el reparto aprobado está paralizado desde julio a la espera que el pleno del Europarlamento de su luz verde este próximo martes.

Este domingo la Comisión ha aumentado su propuesta de reparto hasta 120.000 refugiados pero mantiene que esta cifra debe sumarse a los 40.000 que los gobiernos recortaron antes de este verano. La cantidad final deberán aprobarla los ministros del interior en su reunión extraordinaria del próximo 14 de septiembre y en función de que acepten 120.000 o 160.000 refugiados, a España le corresponderán entre 12.000 o 16.000, aplicando las claves del reparto presentadas en Julio. Aunque fuentes comunitarias mantienen que las cifras podrían triplicarse según avance la situación de "crisis humanitaria" porque gobiernos como el de Finlandia han anunciado ya a sus ciudadanos que han de estar preparados para recibir hasta 30.000 refugiados.

Las cifras pueden modificarse también porque esta vez, la Comisión propone un mecanismo de "solidaridad" voluntaria que permitiría a un gobierno rechazar refugiados durante un plazo máximo de un año a cambio de compensar con dinero el esfuerzo del resto.

El mecanismo para el reparto de emergencia que prepara la Comisión Europea irá acompañado de un proyecto de reparto permanente para crisis humanitarias vinculadas al derecho al asilo y de una lista para especificar cuáles son los países cuyas crisis internas obligan a acoger a sus ciudadanos. Un debate que en Julio, los gobiernos decidieron acotar de manera exclusiva a Siria y a Eritrea aunque la presencia masiva de iraquíes entre quienes reclaman el asilo obliga a replantear el tema.