“Del indie como se entendía antes sólo sobrevive la etiqueta”

Madrid

Los mismos nervios, la misma ilusión y las mismas ganas de subirse al escenario. Ya han pasado 13 años desde que Sergio Vinadé (El Niño Gusano) y Sebas Puente unieron fuerzas, voces y guitarras, les añadieron un bigote y formaron Tachenko. Siguen disfrutando con lo que hacen y se nota en el resultado. El comportamiento privado se presenta con una portada inquietante y diez canciones, diez historias a las que Sebas les pone palabras: “Siempre surgen de experiencias particulares. A partir de ahí, surge alguna frase primera y luego tiro del hilo. En cuanto veo que es algo demasiado personal y que se va a poder identificar, meto una frase de despiste porque hay que conservar el misterio”, explica Sebas y cuenta que a ese despiste él lo llama “punto de fuga”, un recurso del que no ha abusado en este trabajo: “He tendido a concretar más. Yo creo que estas letras son bastante claritas y que se entiende todo”. En cualquier caso, remite al mantra artístico clásico y recuerda que las canciones siempre dicen lo que cada uno interpreta.

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El comportamiento privado se grabó en un lugar muy especial: Las Armas, un espacio cultural diseñado para impulsar propuestas creativas que abrió hace un año en Zaragoza. El grupo está muy vinculado a este centro que dirige el mismo Sergio Vinadé: “Tiene una sala, un restaurante, estudios de grabación, aulas, un escenario al aire libre… muchísima actividad. Ha sido un vuelco bastante importante para la vida cultural de Zaragoza”, cuenta orgulloso de lo que se ha conseguido gracias a la concesión pública del espacio y de mucho esfuerzo para gestionarlo de forma privada: “No tenemos ningún tipo de subvención. Nosotros nos tenemos que sacar las castañas y eso hace que nos tengamos que poner mucho las pilas para que funcione y que mucha gente esté involucrada en el proyecto”. Grabar allí ha sido como grabar en casa: “Queríamos grabar por bloques para que las canciones fueran distintas y al hacerlo allí no teníamos esa prisa que implica alquilar un estudio. Si quieres corregir algo que se va a quedar así para siempre en el disco, tienes la oportunidad de ir una tarde y cambiarlo. Y creo que ha salido el disco que queríamos hacer”, cuenta Sebas y lo reafirma Sergio: “Hemos hecho algo que hemos intentado otras veces pero que esta vez hemos conseguido y que es que cada canción tenga lo que necesita para expresar lo que queremos. Otras veces hemos tirado más de estilo, de lo que se nos daba bien, pero aquí hemos metido muchos más teclado y todo es mucho más conciso”.

Sergio Vinadé comenzó su andadura en la música en los 90 con El Niño Gusano. Desde entonces ha cambiado mucho la industria e, incluso, el significado de la palabra indie. Es un debate ya manido, pero si alguien tiene suficiente autoridad para intentar definir qué es indie y qué no, es Vinadé: “Del indie como se entendía antes sólo sobrevive la etiqueta. Antes se basaba en el hecho de editar con una discográfica independiente, que no dependía de una multinacional, pero eso ya cambió y ahora es una especie de cajón de sastre donde caben muchos estilos musicales que pueden ser calificados como indie. Luego ya a unos les va mejor o peor…”, explica. Para Vinadé, el indie –y la música en general- sólo ha ganado con el tiempo: “Yo he vivido la época en la que las salas eran infames, los circuitos eran infames, los grupos éramos infames, todo mal. Tengo nostalgia del ingenio de la diversión pero artísticamente hablando no hay color. Ahora hay buenos equipos, la gente que sabe programar, sigue habiendo sellos independientes pero profesionalizados… antes era todo muy divertido pero un desastre”.

El curioso bigote que compartía Sergio Vinadé con un jugador de baloncesto de la URSS de los ochenta da nombre al grupo. Aunque ha cambiado de forma sigue manteniendo la esencia. Precisamente eso es lo que pasa con el nuevo disco de Tachenko.