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EN LA FRANQUICIA COPAS ROTAS

El empleado que despidió a su jefe

Ha ocurrido en el factual de laSexta 'El jefe infiltrado', con dueño de Copas Rotas

Álex, el empleado de Copas Rotas que despidió a su jefe en 'El jefe infiltrado' / ATRESMEDIA

Madrid

No le habían echado nunca de un bar y Álex le ha echado de uno que es suyo. Es lo que le pasó a Sergio Guerrero, dueño de la franquicia de hostelería low-cost Copas Rotas, que posee 23 locales en toda España.

Guerrero acudió al programa de laSexta 'El jefe infiltrado' con el fin de dar un empuje a su empresa -que no atraviesa el mejor de los momentos- y de identificar en qué procesos hay margen de mejora y qué ámbitos exigen cambios urgentes.

En este programa, adaptación del exitoso formato internacional 'Undercover boss', por lo general, se dan situaciones poco frecuentes en el lugar de trabajo de los empleados que el jefe infiltrado pone a prueba. Se trata de comprobar sus capacidades en el día a día para el desarrollo de su cometido y su reacción ante crisis inesperadas, pero posibles.

Sergio recorrió varios locales de la franquicia, visitó el único centro de distribución de suministros que posee la empresa e intentó desempeñar todo tipo de roles como empleado de Copas Rotas, desde camarero en barra, hasta pinche en cocina.

Pese a ser el dueño y fundador de esta empresa, Sergio comenzaba este programa convencido de que ninguno de sus empleados podría colársela: "me sigo considerando camarero". Así es como comenzó y poco a poco logró montar este pequeño imperio de copas y tapas de bajo coste.

Tras realizar el pertinente cambio de look -para no ser reconocido-, Sergio adoptó una identidad falsa: ahora es Pablo Montero, camarero aficionado al country que participa en el reality 'Quiero Ganar Tu Sueldo', donde los concursantes están dispuestos a todo por ganar más dinero.

Con esa tapadera, Sergio emprendió la aventura mostrando casi una obsesiva preocupación porque sus empleados cumplieran a rajatabla el manual de pautas de conducta de Copas Rotas, entre las que se encuentra la de ir correctamente aseado y uniformado sin piercings, sin complementos estridentes… Una norma que no cumplía del todo Álex, el encargado del local que más factura de la franquicia, amante de las dilataciones y los tatuajes.

Las apariencias engañan

No le gustó nada a Sergio conocer en persona a quien se encargaba de la gestión de su bar más productivo. "La estética que tiene no encaja en Copas Rotas y si no trabaja extraordinariamente bien, no voy a dejar que siga trabajando en Copas Rotas", decía en cámara antes de comenzar su jornada laboral.

Sergio decidió poner a prueba a Álex, llevarlo al límite. Pese a que Álex creía que se trataba de un concursante del reality al que debía tratar como a un nuevo empleado, Sergio no hacía más que errar en sus tareas de manera premeditada e insultante. Su pasividad era pasmosa, algo que intentó sobrellevar de la mejor manera posible Álex… hasta que decidió echarlo. Le pidió que se quitara el uniforme y que saliera del local.

"No me gustaste nada cuando te vi. Nada". "¿Sabes qué fue lo primero que pensé? Que te iba a echar", le confesaba Sergio a Álex en la parte final del programa, cuando el empleado conoce la verdadera identidad de la persona con la que ha trabajado (que resulta ser su jefe). "Tu apariencia me hizo pensar que ibas a tener desidia profesional y de que ibas a faltar al respeto a la marca. Decidí ponerte a prueba, llevarte al límite… y me acabaste echando", le explicó Sergio.

Y cuando el joven asturiano ya se temía lo peor, cuando ya creía que lo que le iba a entregar su jefe era la carta de despido, Álex quedó totalmente sorprendido por las palabras de Sergio: "Me has demostrado que, a veces, las apariencias engañan. Llevo mucho tiempo trabajando y nunca había estado con nadie como tú, con esa determinación y esa profesionalidad. No me dejaste pasar ni una. Todo eso me hizo reflexionar. A partir de ahora, vas a poder utilizar tus dilatadores", le dijo rompiendo el manual de pautas de conducta. "En Copas Rotas necesitamos a gente como tú".

Después, Sergio, en agradecimiento por el trabajo diario de Álex, decidió pagarle un viaje de una semana a Brooklin (Nueva York) para que pudiera conocer la cuna del break-dance, auténtica pasión de Álex. De igual manera, Copas Rotas recompensó al resto de empleados que participaron en el programa con aumentos de sueldo o incluso pagándole el alquiler de su vivienda a una de sus cocineras. Una experiencia que no olvidarán ni ellos… ni él.

 
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