Las series ya no son rosquillas (tampoco en España)
¿Ha muerto el modelo de la serie de varias temporadas? ¿Es tiempo para la miniserie? ¿Ha llegado a España esta tendencia?
Imagen promocional de 'Fargo', temporada 1 / FX
Madrid
No se pueden hacer series como si fueran rosquillas. El esfuerzo creativo e intelectual que implica la creación y desarrollo seriado de una historia se opone, por ley natural, a la fabricación industrial y mecánicamente periódica. Algo que todos los profesionales del sector audiovisual saben de sobra, pero que el mercado televisivo ha conseguido obviar… hasta la fecha.
Aunque aún existen -y así será en el futuro- ficciones concebidas para ser vendidas como rosquillas, para enganchar al espectador generalista más facilón y atragantarlo con un empacho de capítulos y temporadas, en esta burbuja de series que se vive en la actualidad, el modelo de la serie artesanal o de serie con una estructura de emisión corta y prefijada es cada vez más recurrente.
Sí, aún se encuentran y perviven con éxito series como 'Los Simpson', 'South Park', 'Modern Family', 'The Good Wife', 'Juego de Tronos', 'The Walking Dead', 'Cuéntame' (en España), o un sinfín de procedimentales que cuentan sus capítulos por decenas. Pero frente a esa dinámica de dar con la gallina de los huevos de oro, con la serie que se pueda explotar comercialmente años y años hasta que el público, cansado y aburrido, la abandone; aparece la tendencia de crear un sólido producto de buena calidad, acabado y que no se extienda en el tiempo. Sobre todo, en el apartado de series dramáticas.
En EEUU, encontramos formatos de serie limitada con temporadas conformadas con pocos episodios e historias y personajes independientes: 'Fargo', 'True Detective', 'American Horror Story' (a su modo); o existen ficciones que, pese a poder alargarse en el tiempo, nacen con la voluntad de no alcanzar la perpetuidad ni de dejar la historia a medias si las audiencias no funcionan: AMC pidió dos temporadas de 'Better Call Saul' o 'Fear The Walking Dead' antes de comenzar el rodaje de estas dos ficciones.
Este mismo canal, afrontó el final de dos de sus series de varias temporadas como 'Mad Men' o 'Breaking Bad' como si de miniseries se tratasen: una última temporada dividida en dos que los fans la recibieron como un acontecimiento único e independiente.
En Europa, con 'Les Revenants' -que estrena ahora su segunda temporada, casi 3 años después de acabar la primera- o con 'Sherlock', que deja transcurrir dos años entre sus temporadas formadas por 3 episodios. 'Luther', que emitió tres temporadas con diferencias en sus tiempos de producción y en el número de episodios. La primera entrega de 'Black Mirror' emitió sus tres episodios en diciembre de 2011. En febrero de 2013 haría lo propio con la segunda temporada. En 2014 regaló a sus fans un magnífico episodio especial y ahora ha firmado con Netflix el desarrollo de 12 episodios.
En otros países europeos, se encuentran casos con idéntico patrón en los últimos años. La danesa 'Borgen' dejó pasar casi año y medio entre el estreno de su segunda y tercera -y, de momento, última- temporada. La apuesta por las series de una única temporada va in crescendo. Desde la también danesa '1864' a las italianas '1992' o 'Gomorra' (ésta última anda preparando una segunda entrega después de una primera temporada estrenada en mayo de 2014 con 6 capítulos)
España entendió el mensaje
Cartel promocional de la temporada segunda y final de 'El Príncipe' / MEDIASET
Y en España, donde todo el aparato creativo y productivo de series está sometido a las estrictas y particulares reglas del prime time generalista español, se empieza a vislumbrar aires de cambio.
Las cadenas no solo han entendido que cada historia tiene su tempo y su formato adecuado de narración, sino que ahora han comprobado que obtienen mejores audiencias si le dan a cada proyecto su correspondiente traje a medida. Hasta tal punto que, más allá de comedias, en la ficción televisiva española es complicado encontrar nuevas series que busquen la archi-explotada fórmula Los Serrano: muchos capítulos y muchas temporadas que se estrenan cada año en la misma fecha. A día de hoy, 'Cuéntame', 'Águila Roja' y, si los números acompañan, 'Velvet' parecen seguir fieles a este modelo.
Por el contrario, series de gran éxito están anunciando su final en plena cresta de la ola. 'El Príncipe' es el ejemplo perfecto. Telecinco batió récords de audiencia con esta serie policiaca que, en su primera temporada, ya anunció que solo contaría con una temporada más. El modelo es el mismo para 'La verdad', serie que también firman los creadores de 'El Príncipe', que se emitirá en Telecinco y que constará de dos temporadas de 8 capítulos cada una y que se rodarán de golpe: de noviembre a julio. 'Sé quién eres', otro interesante thriller que ya está rodando Telecinco, no se extenderá más de dos temporadas.
En Antena 3, 'Bajo sospecha' emula, en parte, el modelo de 'True Detective' y sitúa su segunda temporada en otro contexto y con nuevos personajes, salvo tres que sí estuvieron en su primera entrega. Tampoco parece que 'Mar de Plástico' tenga vocación de perpetuarse en el tiempo más allá de dos temporadas. Otra de las nuevas series en la cartera de Atresmedia, 'Apaches', contará con una única entrega formada por 12 episodios, tal y como se hizo con 'El tiempo entre costuras' o como se hará con el remake de 'Fortunata y Jacinta', también para Antena 3 y que constará de 6 capítulos. Caso similar a 'La catedral del mar'
'Refugiados', con ocho episodios de menos de una hora de duración, se preconcibió como una serie de una única temporada. Su pinchazo en audiencia tampoco hizo replantearse esta decisión.
Así este formato de serie de una única temporada o miniserie es muy apreciado por las privadas. Telecinco lo viene probando bastante últimamente con ficciones como 'Hermanos' (6 capítulos), 'Los nuestros' (3 capítulos), 'El rey' (3 capítulos) -ya emitidas-, 'El Padre de Caín' (2 capítulos), 'Lo que escondían tus ojos' (4 capítulos), éstas por emitir.
En TVE, 'La sonata del silencio', que estará protagonizada por Eduardo Noriega, constará de una única temporada de 9 episodios. Su gran estreno de otoño, 'Carlos, rey emperador', contará también con una única temporada ya rodada y que se emitirá del tirón con un breve en Navidad.
La cadena pública que, no obstante, sigue apostando por ficciones de varias temporadas si la audiencia así lo decide -'El Ministerio del Tiempo', 'Olmos y Robles'- muestra predilección por el género de la tv-movie. Hasta cinco de ellas prevé estrenar TVE en este curso televisivo: 'Teresa', ‘Habitaciones cerradas’ (2 capítulos), ‘Fassman’, ‘La española inglesa’ y ‘El café de la Marina’. Además TVE trabaja en otras tres de cara a finales de 2016 principios de 2017: ‘Paseo de la Habana’, ’22 ángeles’ y ‘Cervantes contra Lope’.
Es evidente que la televisión nunca renunciará al fast-food, que siempre seguirá habiendo series concebidas para ser un boom comercial el mayor tiempo posible. Probablemente, ese modelo siga imponiéndose en el futuro como se ha impuesto en el pasado y en la actualidad. Pero hay un rincón para la esperanza, para los amantes de la riqueza creativa, de lo variado; para aquellos que valoran consumir cada historia de la manera en que mejor se ajuste a su narración. Y pese a que este modelo no termine consolidando jamás su supremacía, aunque siempre exista mayoría de series de médicos y policías (o sitcoms) de más de 8 temporadas que estrenen cada otoño nuevos capítulos, éstas se verán obligadas a elevar su calidad porque ya no se encontrarán con un espectador medio que se lo traga todo. Los seriéfilos gourmets están de enhorabuena.
