El proceso de registro y retención de refugiados divide a los gobiernos de la UE
La Unión Europea quiere impulsar campos de refugiados fuera de sus fronteras a cambio de ayuda financiera
Bruselas
En esta crisis, es la primera vez que un documento del Consejo Europeo incluye una propuesta para crear zonas seguras, de recepción fuera del territorio europeo. Una iniciativa que debe incluir, para los europeos la opción de acceder al trabajo y a la educación, algo que hoy no es posible en Turquía, país con el que la Comisión intenta negociar a toda prisa la apertura de nuevos campos de refugiados, según han confirmado a la Cadena SER fuentes diplomáticas europeas.
Las mismas fuentes también confirman que estos espacios exteriores, a los que se evita llamar campos, han de servir para parar los flujos con entradas masivas de personas reclamando el derecho al asilo.
Esta opción es uno de los puntos más importantes para los países del este, especialmente el grupo de Visegrado que integran Hungría, Polonia, la República Checa y Eslovaquia y cuyos dirigentes se han mostrado muy críticos con la política de apertura de fronteras que en los primeros días quiso impulsar Berlín.
Desde entonces, las cosas han cambiado y los gobiernos buscan otra vez soluciones que permitan reforzar sus fronteras y evitar las entradas masivas. Por esto, los jefes de gobierno intentarán mañana fijar las bases para un sistema "integrado" de control de las fronteras exteriores. Un tema complicado porque reduce la competencia nacional y no hay nadie dispuesto a ceder competencias en cuestiones tan nacionales como la seguridad de sus fronteras, según explican los expertos que han seguido este proceso de negociación.
Para Francia, por ejemplo, se trata de avanzar en dos etapas: primero con la creación de un equipo de expertos nacionales voluntario que bajo coordinación de Frontex, la agencia europea para la gestión de las fronteras, pueda actuar donde haya más problemas aunque siempre bajo la responsabilidad del Estado que pida la cooperación europea. La creación de un cuerpo permanente con opción de actuar bajo su propia responsabilidad europea sería una segunda etapa a largo plazo porque en estos momentos no existe aún consenso para esto, según fuentes diplomáticas.
Por esto, los gobiernos proponen la creación de un Cuerpo de acción rápida. Con equipos capaces de intervención inmediata. Aunque precisando que estas actuaciones serían en coordinación con los Estados afectados.
La agencia Frontex también deberá cooperar en la identificación y el registro de refugiados que estén ya en Europa. Y cooperar en las tareas de retorno para lo que se quiere crear una Oficina de Retornos que debería estar operativa antes de finales de año.
Son los puntos de un debate en los que parece garantizado ya el consenso europeo para la Cumbre que mañana en Bruselas celebran los jefes de estado y de gobierno. Reunión en la que el principal problema sigue siendo la creación de los campos internos de retención y de identificación. "Italia no quiere que esas zonas puedan asimilarse a centros penitenciaros para los inmigrantes sin derecho al asilo" explica un diplomático que no desea identificarse. Este es el problema clave en la gestión de los flujos. "Sería muy importante empezar a visualizar que además del reparto entre países UE hay vuelos de retorno", dice otro diplomático.
Pero para garantizar un proceso fluido de reparto y retorno es necesario primero la identificación de los que llegan y después un acuerdo con países terceros que acepten acoger a quienes hayan usado sus fronteras para llegar a Europa. Un problema que la UE intenta resolver con la firma de acuerdos especiales con países terceros a cambio de dinero y que será uno de los temas centrales en la próxima Cumbre que el próximo Noviembre se celebrará en Malta.