Tirarle un calcetín a tu madre o estrujar una bolsa de patatas fritas: los delitos anotados por la policía británica

Londres

Hace un año la policía británica recibió una reprimenda por no dejar constancia estadística de un número elevado de delitos, algunos de ellos graves. La ministra del Interior, Theresa May, les recriminó su comportamiento y dijo que la situación era "inaceptable".

Pero tras el rapapolvo, los agentes se han tomado el asunto al pie de la letra. El resultado, según ha investigado el diario The Times, es que, junto a crímenes, violaciones, agresiones y grandes robos, existen reseñas al mismo nivel y sin distinción, de ofensas ridículas, que inflan las estadísticas.

Un caso anotado por la policía en el condado inglés de Hampshire, se refiere a una adolescente que, tras una pelea familiar, utilizó el perfume de su madre. Ni siquiera rompió o se llevó el frasco, pero fue denunciada como ladrona. En otro incidente, en el mismo condado, el propietario de una casa denunció a un vecino que había cortado parte del césped de su jardín. La denuncia se registró en los archivos policiales como robo, porque la hierba cortada no se le devolvió al dueño del terreno. En los archivos figura también la denuncia de un estudiante, que llamó a la policía para que buscaran y multaran a una chica que le había gritado a la puerta del supermercado.

En Londres una pelea entre hermanos, en la que uno le tiró una tostada a otro, consta como agresión. La denuncia del dueño de una tienda donde un cliente había estrujado un paquete de patatas fritas fue anotada como vandalismo. Y como vandalismo también quedó inscrito el momento en el que un chico le tiro a su madre un calcetín.

La lista de la pérdida de tiempo y el celo burocrático puesto en tan absurdos incidentes es interminable. Todo eso ha hecho que en algunas zonas la supuesta "delincuencia" haya aumentado hasta un 130% en los últimos meses.