La Audiencia maquilla su nueva sede
La Audiencia Nacional, según los sindicatos de Justicia, CCOO, CSIF, UGT, STAJ y el apoyo de CIG, inaugura nueva sede con numerosas deficiencias en cuanto a la seguridad y salud en el trabajo y mientras que su diseño organizativo dista mucho de ser el más adecuado para un edificio en el que continuamente se trasladan a presos muy peligrosos. La inauguración, según los trabajadores, es precipitada y obedece a intereses electorales
Madrid
Este jueves se inaugura la nueva sede de la Audiencia Nacional, tribunal emblemático donde se investigan los principales casos de corrupción en España y se tramitan todas las causas de terrorismo y delincuencia organizada trasnacional.
La nueva sede ha costado 27 millones de euros de un presupuesto inicial de 14 millones que aprobó el exministro de Justicia Ruiz Gallardón hace tres años.
"No sé a quién se le habrá ocurrido, explicaba un trabajador de la Audiencia, que para trasladar a un preso a la sala de declaraciones, tenga que subir en ascensor a la segunda planta y luego bajar a la primera".
Esta situación, como otras muchas derivadas del diseño del edifico, ya están creando problemas de seguridad porque los presos tienen que cruzarse en pasillos y ascensores con el público cuanto no tienen que tienen que esperar esposados a que los ascensores realicen las paradas en cada planta, hasta llegar a su destino.
La seguridad es uno de los elementos a tener muy en cuenta, según los expertos, y adolece de algunas medidas básicas como un torno giratorio para el control de acceso del público a los juicios.
Las instalaciones tampoco tienen adoptadas las tecnologías necesarias para el trabajo telemático de los operadores jurídicos, y la conexión WiFi (salvo un operador privado) no funciona en las salas de la planta baja y sótano.
Despachos con cocina
Los sindicatos denuncian que se han construido "inmensos" despachos para "altos cargos", mientras la plantilla de funcionarios está "hacinada", y los trabajadores o el público en general tienen que caminar por espacios "laberínticos" sin señalización adecuada y recuerdan que "todavía está dibujado a bolígrafo, el cartel de sala vistas". También desvelan que algunos de estos despachos tienen ducha y una pequeña cocina.
Los trabajadores atribuyen la celeridad de la mudanza prematura de jueces, letrados y funcionarios desde el edificio de Prim hasta la sede remodelada de la calle Génova a fines "electoralistas".
También denuncian la escasez de salas de vistas para "macrocausas", que va a provocar que los juicios con muchos acusados se tengan que seguir celebrando en la sede San Fernando Henares (Madrid), cuando los grandes casos de corrupción son precisamente una de las competencias que más asume la Audiencia Nacional tras el fin de la banda terrorista ETA.
La morgue
La sala de prensa tampoco reúne las mejores condiciones. Además de ubicar a los medios de comunicación en un subterráneo sin luz natural, con una iluminación "más propia de una celda de Guantánamo", según fuentes jurídicas, carece de algo tan esencial para los periodistas como la cobertura telefónica. No pueden realizarse ni recibirse llamadas desde los teléfonos móviles en el interior de la "morgue", como ya ha sido bautizada esta sala por los medios, mucho peor que el anterior "zulo" o habitación donde desempeñaban su trabajo. Y el Ministerio de Justicia ya ha anunciado que el problema de la cobertura telefónica no se resolverá hasta febrero. El problema, según Justicia, es que el anterior Ejecutivo socialista firmó un convenio con la compañía Orange para todos los edificios y la telefonía móvil dependiente del Estado, que no reúne las condiciones de otras empresas del ramo. La culpa, aquí también, de Zapatero.
Javier Álvarez
Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en La Cadena SER donde esta vinculado a la sección de Justicia...