“La invasión a Irak en 2003 ha provocado el ascenso de DAESH”
El ministro de Exteriores dice que era imposible que Aznar pudiera prever las consecuencias
Madrid
El ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, reconoce que la invasión a Irak, encabezada por Estados Unidos, Reino Unido y España en 2003, produjo un vacío de poder que ha propiciado el ascenso de DAESH. El ministro dice que "no arregla nada" que el gobierno español reconozca si su participación en la guerra de Irak fue un error, como ha hecho Tony Blair recientemente, y subraya que "ni Aznar ni nadie podía prever las consecuencias porque en 2003 no existía DAESH".
La situación en Irak se ha repetido en Libia tras la intervención de la OTAN. Para García-Margallo "el error está en intervenir en el derrocamiento de un dictador sin prever qué pasará después" y los grupos terroristas están aprovechando esa ausencia institucional para ganar terreno. Bernardino León ha cumplido su mandato como representante especial del Secretario General de la ONU para el conflicto libio (ha estado tan solo un año en el puesto) y, el ministro de Exteriores reconoce que "estamos casi en la casilla de salida" porque ninguno de los dos gobiernos de facto (ni el de Tobruk ni el de Trípoli) han respaldado la propuesta de crear un gobierno de unidad nacional presentado por León. Esto, según él, va a seguir creando una situación de enorme convulsión en la región que está siendo aprovechada por los grupos terroristas (solo en Libia operan 1.500 grupos). Para el ministro es "extraordinariamente urgente" evitar la expansión de DAESH porque "Libia está poniendo en peligro a Túnez, Mali y puede desestabilizar todo el norte de África, algo que para España sería catastrófico". El ministro cree que ese vacío institucional se tiene que evitar en Siria por eso, insiste, en que se tiene que negociar con Bachar al Asad para acordar un alto el fuego, facilitar la distribución de ayuda humanitaria y poner en marcha un proceso de transición "aunque Asad no puede formar parte del futuro de Siria".
Sobre el Sáhara Occidental, García-Margallo insiste en que la posición española es muy clara: "queremos una solución estable, negociada, que recoja el principio de autodeterminación del pueblo saharaui en el marco de la resolución de la ONU". Sin embargo, durante la presidencia de turno del Consejo de Seguridad que ha ocupado España durante el mes de octubre, el conflicto del Sáhara Occidental no ha estado en la agenda. Según el ministro "el informe de Christopher Ross (el Enviado Especial de la ONU para el Sáhara Occidental) no está terminado y por eso no ha estado en la agenda de la presidencia española".
El ministro ha hecho estas declaraciones en la presentación de su libro "Todos los cielos conducen a España", donde García-Margallo hace un repaso a las prioridades en política exterior de esta legislatura a través de cartas que envía a diferentes personalidades de la política española e internacional.