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¿Por qué hace tanto calor en noviembre?

Récord de temperatura máxima en noviembre en el Cantábrico

Un termómetro marca la 32º C en la capital vizcaína como consecuencia de los vientos de sur provocados por el anticiclón instalado en el norte de la peninsula. EFE/Luis Tejido / LUIS TEJIDO (EFE)

Un termómetro marca la 32º C en la capital vizcaína como consecuencia de los vientos de sur provocados por el anticiclón instalado en el norte de la peninsula. EFE/Luis Tejido

Santander

8 de noviembre de 2015, la temperatura más alta en la Península Ibérica, según datos de AEMET, se ha registrado en el aeropuerto de Santander, con 30,0 ºC de máxima, seguida muy de cerca por la temperatura registrada en el Aeropuerto de San Sebastian, 29, 4ºC. No es ningún error tipográfico, son datos que suponen, en ambos casos, récord absoluto desde que se registran datos en estos dos observatorios. En Santander, el anterior récord para un mes de noviembre estaba en 28 ºC, registrado el día de Todos los Santos de 1980. En Hondarribia, justo ayer se cumplían 30 años del anterior récord, datado el 8 de noviembre de 1985.

Una “surada”

¿Qué es lo que ha dado lugar a estas temperaturas tan altas justo al norte de la Península? Se trata del fenómeno foehn, un recalentamiento local del aire que se da en circunstancias muy concretas en distintas partes del mundo. En Valencia se le llama ponentada, en el Pirineo Catalán, fogony y en Aragón, fagüeño, distintos nombres que describen una situación meteorológica muy concreta. Un viento húmedo y fresco (el que ayer soplaba en el Mediterráneo) se encuentra con un sistema montañoso (montes vascos o cordillera Cantábrica), dejando toda su humedad a barlovento, en el caso de ayer, en las vertientes sur de estas montañas. Cuando este aire cruza las montañas, llega reseco y recalentado a sotavento, dando lugar a repentinas subidas de la temperatura.

Algunos santanderinos seguro que recuerdan lo que pasó el 15 de febrero de 1941, cuando con una situación meteorológica que favorecía una surada, una parte importante de la ciudad fue pasto de las llamas.

Viento enervante

Una de las consecuencias más peculiares de este fenómeno atmosférico es como afecta al estado de ánimo de las personas, favoreciendo los estados de ansiedad. Al respecto hay un interesante estudio realizado por el Catedrático de Psiquiatría de la Universidad Autónoma de Barcelona, Antoni Bulbena

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