El informativo del 20-N que no pudo ser
La SER consiguió que personajes clave en la España del 20 de noviembre de 1975 entrasen en un juego para ponerse en el momento en que se encontraban al conocer la muerte de Franco
Madrid
Quién nos iba a decir que Santiago Carrillo iba a enterarse de la muerte de Franco a través de un sobrino del propio Franco. Fue más fácil de lo que pensaba. Conseguir que personajes clave en la España del 20 de noviembre de 1975 entrasen en la complicidad de un juego radiofónico para ponerse en el momento y la circunstancia vital en que se encontraban en el momento en que conocieron la muerte de Franco.
Se cumplen hoy cuarenta años de su muerte. Y hace ya veinte -cómo se nos escapa el tiempo- se nos ocurrió en la SER elaborar un informativo que podría haber sido el programa del 20-N del 75. Si en ese momento hubiera existido libertad informativa, cosa que evidentemente todavía estaba bastante lejos.
Los personajes son reales, auténticos, no imitadores. Alguno de ellos nunca había querido volver a hablar sobre las circunstancias que vivió en aquellos días tan delicados para nuestro país. León Herrera Esteban, por ejemplo, el ministro de Información y Turismo, quien -antes de que saliera Arias Navarro por televisión- fue la primera persona que, de madrugada, anunció al país la muerte del dictador "según informan las Casas Civil y Militar y el equipo médico habitual" y describe las medidas de seguridad previstas en la llamada Operación Lucero.
Fuimos al Valle de los Caídos, hablamos con el abad que nos cuenta cómo se va a realizar el entierro de Franco. Enviamos una unidad móvil a la plaza de Oriente, donde se prepara ya la instalación de la capilla ardiente. Marcelino Camacho, desde la cárcel de Carabanchel, narra cómo está viviendo esos momentos. Vicente Pozuelo, médico de confianza de Franco durante décadas nos sitúa en los detalles de su enfermedad. Y Santiago Carrillo, el enemigo público número uno del régimen, desde París narra la rocambolesca circunstancia en que se enteró del fallecimiento y sus dudas sobre el futuro Rey Juan Carlos.
El locutor utiliza términos de la época como "ilegal" para referirse al sindicato Comisiones Obreras. Porque, no conviene olvidarlo, en el 75 no había sindicatos, ni partidos ni dada que se pudiera parecer. Nos ponemos en la publicidad de la época, en las otras noticias que ese día ocupaban y preocupaban en el mundo. Veinte años después de su realización el programa sigue teniendo vigencia.
Muchos de los personajes que hablan en él han desaparecido y su testimonio resulta por tanto irrepetible. Eso sí, lo grabamos en "cinta abierta" en un estudio con magnetófonos Revox. Qué lejos estábamos hace veinte años de la tecnología digital que ahora nos permite recuperarlo.
J. A. Marcos
Ingresó en la SER en el "Gabinete de Estudios" de 1.981 y pasó a continuación a los Servicios Informativos...