Durante el acto de presentación de la biografía de Konrad Adenauer que ha editado FAES, Aznar ha dicho que europeos y españoles tienen ante sí «dilemas estratégicos, políticos y militares cruciales», y que «nada es fácil», pero ha recalcado que «es imprescindible elegir». «Y todos tendrán y tendremos que definir las opciones, elegir entre las distintas formas de abordar los problemas», ha añadido el presidente de FAES en este análisis de la situación tras los atentados de París y antela amenaza del terrorismo yihadista. «No se pierde libertad cuando se actúa con el rigor necesario ante amenazas críticas y agresiones brutales a la seguridad, no habrá riesgo para la libertad mientras las instituciones democráticas y el Estado de derecho cumplan con sus funciones», ha señalado. Y ha añadido que «desde luego lo que no sirve para asegurar la libertad es no estar dispuestos a pagar el precio de la seguridad; lo que no sirve a la seguridad es no estar dispuestos a preservar la libertad; y lo que no ayuda al bienestar es desentenderse de la libertad y de la seguridad». «No se puede pretender mantener un modelo de bienestar apacible y generoso tapándose los ojos ante las amenazas que nos afectan», ha insistido Aznar, quien ha advertido al inicio de su discurso de que Europa «se encuentra sumida en una de las crisis más graves de su historia reciente». Una «crisis integral» porque es una «crisis de seguridad, de libertad y de prosperidad» que «puede afectar a la paz» y que «ya afecta a las instituciones europeas», ha señalado. «Hemos perdido de vista nuestra circunstancia y carecemos de una visión realista de lo que nos amenaza y de lo que necesitamos», ha apuntado el expresidente, para quien «son falsos los dilemas que pretenden forzarnos a elegir entre libertad, seguridad y prosperidad, que hoy se reproducen con gran insistencia». También ha señalado que Europa tiene que despertar de la «ilusión de que las sociedades tienen garantizado mecánicamente el ir a mejor sin que nadie haga nada para mejorarlas y sin reformas para adaptarse a las nuevas circunstancias, empezando por las demográficas. Y hablo de demografía entendida no sólo como números». Eso significa, ha añadido, que Europa «despierte de la ilusión del buenismo». «Tenemos enemigos concretos. Y no los hemos fabricado. Enemigos de la libertad, de la tolerancia, de la razón», ha señalado José María Aznar, para quien la «fuerza» de esos enemigos viene de «su fanatismo y de su odio, del desprecio a la vida, comenzando por la suya y siguiendo por la de los propios musulmanes». «No responden a un por qué sino a un para qué. Y ese para qué es acabar violentamente con todo lo que nos define, incluida la práctica pacífica y libre del Islam dentro de nuestros países amparada por nuestra libertad religiosa», ha añadido. José María Aznar ha vuelto a insistir en la necesidad de un «rearme moral urgente», para combatir el terrorismo, como ya reclamó en un comunicado después de los atentados de París. Por otro lado, ha considerado que de todos los factores que han influido en «el mal momento europeo» el más importante ha sido «el debilitamiento del vínculo atlántico», sobre el cual «se cimentó la reconstrucción de los Estados europeos» tras la II Guerra Mundial.