Si para algo ha servido el debate a cuatro de este lunes es para que al PSOE le quede totalmente clara una cosa: Pablo Iglesias quiere que su remontada sea a su costa y a eso se va a dedicar en estos días. Así que en esta quinta jornada de campaña, en A Coruña, única parada de la caravana socialista en Galicia, Pedro Sánchez ha dejado el guante blanco y ha pasado al ataque directo al líder de Podemos, doce horas después de tenerlo a su lado en el plató de Atresmedia. Llevando al límite de sus posibilidades sus cuerdas vocales, lanzó una advertencia: «Ninguna lección al PSOE. Sentíos orgullosos del Partido Socialista Obrero Español, sacad la raza que tenéis dentro, y vamos a ganar las elecciones el 20 de diciembre». Se caía el auditorio, más lleno de lo habitual, con más 2.000 personas aplaudiendo, cuando el candidato socialista enumeraba los logros socialistas frente al argumento que Pablo Iglesias utilizó en el debate y que ha repetido este martes en declaraciones a Hoy por Hoy: el PSOE que promete en campaña pero no cumple cuando gobierna. La Ley de Matrimonio entre Personas del Mismo Sexo, la de la Dependencia o el fin de terrorismo han sido algunos de los reclamos de Sánchez antes de exigir a Iglesias, sin citarle, que no le dé lecciones. Sobre todo porque, según ha explicado, el cambio que prometen «algunos» es el que «empezaba en Grecia» y es el que implica «rescate, corralito y subidas del IVA». «Una gran frustración», ha concluido Sánchez, que llevaba meses sin acudir al referente griego para contrarrestar el efecto de Podemos. Sánchez ha hecho suyo además el argumento que Susana Díaz utiliza en Andalucía contra el grupo emergente. Puestos a tener que elegir, ha venido a decir el candidato del PSOE, la formación de Iglesias prefiere que gobierne el PP a que sea el PSOE el que lidere el cambio. No han faltado las referencias directas a Pablo Iglesias. Han sido varias las alusiones al candidato de Podemos, incluso intentando ridiculizarle, al comentar que demuestra que «si ama algo por encima de cualquier cosa es a sí mismo». ¿Qué pide a sus votantes? «Tú ámame a mí que yo ya me amo a mí mismo», ha ironizado. Esta ofensiva contra Podemos está claramente relacionada con la intervención de Iglesias en el debate. De hecho, un par de días antes del inicio de la campaña electoral, en un desayuno informativo en Madrid, Pedro Sánchez daba por hecho que Podemos estaba en fase descendente, «desfondado» fue el adjetivo que utilizó. Pero si en los primeros días de ruta electoral su afán principal ha sido dejar claro que Albert Rivera es la derecha que perpetuará a Mariano Rajoy en la Moncloa, hoy la mayor parte de la munición ha ido dirigida a un Pablo Iglesias que, según admiten fuentes socialistas, estuvo mejor en el choque televisivo de Atresmedia que en el debate de El País. No dio la imagen, añaden las mismas fuentes, de un líder con capacidad para gobernar para la mayoría.