La asamblea nacional de la CUP decide sobre la investidura de Artur Mas
Más 3.500 inscritos votan en asamblea si hacen president a Artur Mas o no, lo que obligaría a repetir las elecciones en marzo
La cúpula de la CUP reunida para la votación secreta. / Xavi Sierra
Barcelona
El debate interno de los tres últimos meses ha tensionado la formación y ha evidenciado la división entre los partidarios del pacto con Junts pel Sí, como el centenar de concejales de la CUP que han firmado un manifiesto a favor en las últimas horas, y los detractores.
El propio grupo parlamentario reconoce que el resultado será ajustado y difícil de pronosticar. En una entrevista a SER Catalunya el pasado jueves, el diputado Benet Salellas, cree que esto todavía da más valor político a la formación: "Me gustaría saber en qué otra organización política se afronta una asamblea sin que ni tan siquiera los parlamentarios sepamos lo que pasará".
Las cajas con el sello de la CUP. / Xavi Sierra
Las cajas con el sello de la CUP. / Xavi Sierra
Los 3.577 inscritos tienen que elegir, en votación secreta, entre cuatro escenarios. Dos, implican facilitar la investura de Artur Mas, uno aceptando también la propuesta de acuerdo de Junts pel Sí y el otro, rechazándola. Entre los dos escenarios contrarios a la investidura, uno supone seguir negociando hasta agotar el plazo, y el otro apuesta por instar a Junts pel Sí a buscar abstenciones en otros grupos parlamentarios más allá de la CUP. Optar por cualquiera de estas dos últimas alternativas implicaría asumir el riesgo de unas nuevas elecciones catalanas en marzo. Los escenarios se votan en tres rondas, hasta que sólo quede uno.
La votación empieza al mediodía. Antes los miembros de la formación que han negociado con Junts pel Sí han leido sus informes y se han ofrecido unos cincuenta turnos de palabra. La previsión es que la asamblea nacional se alergue hasta las ocho de la noche.
Panorámica del pabellón donde tiene lugar la asamblea general de la CUP. / Xavi Sierra
Panorámica del pabellón donde tiene lugar la asamblea general de la CUP. / Xavi Sierra
