Destituido el jefe de Policía de Colonia
La destitución este viernes del Jefe de Policía de Colonia, Wolfgang Albers, es una de las pocas certezas que rodean a los ataques contra mujeres perpetrados en Nochevieja en la ciudad alemana. Una semana después de los disturbios, son muchos los interrogantes que se plantean sobre lo ocurrido, por lo que se daba por hecho que tarde o temprano se asumiesen responsabilidades.
Berlín
El cese de Albers, indicó el Ministro del Interior de Renania del Norte-Westfalia, era necesario para recuperar la confianza de la población. No en vano, el ex Jefe de Policía fue el encargado de informar a la opinión pública sobre los disturbios ocurridos el día 31 de diciembre en las inmediaciones de la catedral de Colonia y durante su intervención ante los medios en una rueda de prensa evitó dar cierta información de la que disponía, tal como el origen de los sospechosos.
A medida que el escándalo ha ido adoptando una mayor dimensión y ocupando las portadas de los principales diarios nacionales e internacionales, las críticas han ido cercando al que hasta hoy era el máximo responsable de la seguridad en Colonia. Desde la alcaldía de la ciudad se quejaron de no haber sido “suficientemente informados” e incluso el Ministro del Interior, Thomas de Maiziére, cuestionó su labor al frente del dispositivo de Nochevieja.
De acuerdo con información del diario Frankfurter Allgemeine, en la víspera de Año Nuevo a la jefatura de policía de Colonia se le ofreció contar con refuerzos para la noche del 31 de diciembre, pero la oferta se rechazó.
Una semana después de los disturbios, los investigadores siguen sin determinar quiénes son los autores de la ola de agresiones contra mujeres ocurrida en Colonia. Esta mañana la policía detuvo a dos jóvenes de origen africano que, sin embargo, fueron liberados poco después. Por el momento no hay, por tanto, ningún detenido relacionado con los altercados aunque el Ministerio del Interior sí ha confirmado que las fuerzas de seguridad han identificado a 31 sospechosos de haber participado en los ataques de Nochevieja.
Se trataría de nueve argelinos, ocho marroquíes, cinco iraníes, cuatro sirios, dos alemanes, un serbio, un iraquí y un estadounidense. A ellos se les acusa de delitos de lesiones y hurtos pero no se les vincula con agresiones sexuales. Mientras tanto, el número de denuncias asciende en Colonia a las 170, de las que 120 serían por delitos de agresión sexual. En otros países como Finlandia y Suiza también se investigan ataques sexuales similares a los ocurridos en Alemania.