Klopp, un terremoto de emociones en solo cinco minutos
El técnico se quejó de los cinco minutos de añadido, justo el tiempo que necesitó su equipo para terminar logrando la victoria
Jürgen Klopp es un entrenador extremadamente extrovertido. El técnico del Liverpool es incapaz de ocultar su alegría o su tristeza y es muy expresivo durante los partidos.
Con estos ingredientes, un partido que acaba 4-5 con victoria para su equipo en el último minuto, después de haber recibido el gol del empate ya en el tiempo de añadido solo podía regalarnos Klopp en estado puro.
Lo primero que debemos hacer es ponernos en situación. En el minuto 54 el Liverpool perdía 3-1 en casa del Norwich, un recién ascendido. A pesar de la desventaja, el Liverpool logró la remontada gracias a los goles de Henderson y F irmino, uno de los mejores del partido.
Con el 3-3, Milner aprovechó, a falta de un cuarto de hora para el final, un error de Russell Martin para poner nuevamente por delante a los suyos y dejar el choque casi sentenciado.
3-4 para el Liverpool y cinco minutos de añadido. Ahí empezó el enfado de Klopp, que hizo gestos y gritó al cuarto árbitro por la cantidad de minutos que añadió. El enfado fue a más, a mucho más, cuando el Norwich logró el empate, el 4-4 en el minuto 93.
El empate parecía definitivo cuando Lallana logró el quinto gol en el último suspiro. Ahí se desató Klopp, que corrió la banda como un jugador más para celebrar con sus jugadores el gol. Tanto celebró que perdió hasta las gafas entre abrazos y gritos de felicitación.