Abengoa no prevé más ajustes de plantilla
La empresa pretende pagar en plazo la nómina de enero a sus trabajadores
Madrid
Abengoa considera que el ajuste de plantilla necesario para la viabilidad de la empresa ya está prácticamente hecho. En medios próximos a la compañía no se descarta que pueda haber algún recorte adicional, pero sería ya de muy poca entidad, y en todo caso, podría afectar más fuera de España que en nuestro país. Otra cosa es que si se vende un activo -una planta industrial, por ejemplo- los trabajadores seguirían adscritos a él y fuera, por tanto de Abengoa.
Tampoco está previsto, en principio, un recorte salarial de la plantilla. La dirección estima que los trabajadores, en este sector de intensa especialización tecnológica, están pagados ya por debajo de la media del sector, y no cree que se les deba pedir un esfuerzo adicional.
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El plan industrial aprobado por el Consejo de Administración propone una Abengoa con una facturación, en los próximos años, un tercio menor que la registrada en 2014. La firma considera que es el punto de equilibrio óptimo, tras realizar desinversiones por importe de unos 1.500 millones de euros este año.
Quiere centrarse en las actividades de ingeniería y construcción, con tecnología propia y de terceros. Y desprenderse de los activos que no considere fundamentales, como las plantas de biocombustibles dentro y fuera de España.
Pero sigue apostando por mantener sus activos en energía termosolar, incluida sus plantas emblemáticas en el municipio sevillano de Sanlúcar la Mayor. Por su valor económico, pero también como campo de pruebas para su innovación tecnológica en este sector.
Evitar el concurso
Debe negociarlo ahora con los acreedores, de los que intentará conseguir una reducción de la deuda corporativa, hasta dejarla en unos 3.000 millones de euros, un tercio de la actual. Se haría capitalizando una parte y con una quita sobre el resto. Hay de plazo hasta el 28 de marzo, y la empresa confía en que se alcanzará un acuerdo, aunque se deban introducir cambios sobre sus planes iniciales. Considera que todos salen ganando -accionistas y acreedores- si la compañía evita el concurso de acreedores que, al menos inicialmente, considera que sería la antesala de la liquidación, de la quiebra de la empresa.
Más allá de la deuda corporativa se mantiene una deuda con los acreedores de unos 5.000 millones de euros. Pero el importe de la vencida es menor. Entre 300 y 500 millones de euros actualmente, puede aumentar en 200 o 300 millones hasta finales de marzo -no se aportan datos más ajustados en este punto-, y es aquí donde se centra el esfuerzo negociador de la tecnológica en este punto, para intentar conseguir alguna reducción o aplazamientos en los pagos.
Nóminas en plazo
En paralelo se sigue negociando un nuevo crédito -la empresa pide 165 millones de euros- para hacer frente a las necesidades más urgentes. Espera cerrarlo a partir de la próxima semana. Pero la intención es que no afecte al pago de nóminas de enero. Según el entorno conocedor de los planes de la empresa, está previsto pagarlas puntualmente, cuando toca.