Una foto de Aylan cada día

Madrid

Las cifras no paran de crecer y las comparaciones con las de otros años resultan demoledoras. Algunos ejemplos:

Sólo en este mes de enero han muerto en el mar cuando trataban de llegar a Grecia, más de 240 personas. Sólo un año antes, hubo unos 80 muertos

En este mismo periodo de tiempo han conseguido llegar con vida más de 52.000. Para hacernos una idea, no cabrían en el nuevo San Mamés, el flamante estadio de fútbol del Athletic de Bilbao. Son más de 30 veces más que en enero de 2015. Si se mantiene esta progresión, la cifra record de más de 850.000 llegadas el año pasado va a parecer muy poca cosa.

Eso es algo que puede ocurrir, porque la situación en Siria, lejos de mejorar, está ahora en su peor momento de los últimos años, desde que empezó la guerra. Hanna Singer, la representante de Unicef allí, lo recordaba hace sólo unos días: "Hay dos millones de niños sin poder ir a la escuela y más de 50.000 profesores que han muerto o han tenido que huir. Siria ha perdido ya dos décadas de educación y hay un riesgo real de perder a toda una generación de niños".

De niños sirios, como Aylan. Con su famosa foto, en septiembre, parecía que todo esto iba a cambiar, pero la realidad es que según datos de Save The Children desde entonces han muerto unos 200 niños como él.

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Eso son 200 fotos como aquella en menos de 5 meses.

Salimos a más de una foto de Aylan cada mañana.

Para desayunar, con el periódico en la mano o la tablet en la mesa.

¿Se imaginan?

No imaginen.

Es lo que sigue pasando.