El Barça aprovecha el exceso de ímpetu del Atlético para dar un golpe a la Liga

Madrid

El Barcelona se lleva los tres puntos de oro ante el Atlético en un duelo en el que los rojiblancos pagaron caras las expulsiones innecesarias de Filipe Luis y Godín. El equipo de Simeone se condenó solito, porque mientras el choque fue un once contra once -incluso un once contra diez-, el Atlético puso en serios aprietos a los de Luis Enrique. De hecho, se adelantaron en el marcador con un tanto de Koke.

El canterano no hacía más que ratificar la buena salida del Atlético. Fue valiente desde el inicio, presionó y miró la portería contraria sin complejos. Claudio Bravo tuvo que emplearse a fondo a los dos minutos del encuentro para sacar un disparo envenenado de Saúl. No pudo hacer lo mismo con el remate a placer de Koke, que aprovechó un centro desde la derecha del propio Saúl para abrir el marcador.

El Barcelona, sabedor de que el tanto apretaba la Liga, dio un paso adelante para empezar a acercarse a la portería de Oblak. Y es que el tridente no había hecho acto de presencia hasta ese momento. Pero ya no tenía excusa. Messi intentó primero el gol en un libre directo. Luego Luis Suárez comprobó la fiabilidad del meta esloveno en un mano a mano.

El argentino logró igualar el marcador a la media hora de partido. En la jugada, el equipo azulgrana aprovechó el mínimo resquicio que dejó la defensa rojiblanca. Neymar habilitó a Jordi Alba, que vio el hueco justo para conectar con Messi en el área pequeña. Defendió bien el Atlético, pero la acción fue de una precisión suiza. El argentino no se puso nervioso e hizo el 1-1.

El equipo blaugrana tuvo el acierto de no tardar en hacer el segundo y darle pronto la vuelta a uno de los partidos más complicados de la temporada. Lo hizo gracias al instinto matador de Luis Suárez. Gran desmarque del uruguayo. Ganó en velocidad a Giménez y batió a Oblak por donde nadie lo hace. Así llegó el 2-1.

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El Atlético demostró que nunca se rinde. Pero su intensidad fue excesiva y Filipe Luis se ganó una roja bien merecida en una entrada a Leo Messi justo antes del descanso. Y luego Godín vio la segunda amarilla cuando todavía quedaba media hora para el final. Fue en una entrada también innecesaria a Luis Suárez.

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Ahí se acabó el partido a pesar de que el Atlético, incluso con diez, estaba vendiendo cara su derrota. Y como muestra, la ocasión de Griezmann, cuyo remate prácticamente se encontró el guardameta Claudio Bravo.

Pero con nueve hombres sobre el campo los rojiblancos no tuvieron ninguna opción. Su esfuerzo siempre es encomiable, pero los milagros no se presentan todos los días. Y eso que Simeone lo intentó mandando incluso a su portero a rematar un córner en el descuento del partido.

No sirvió. El partido acabó en 2-1, un resultado que el Barcelona puede celebrar, ya que tuvo que vérselas con un rival que siempre le exige el máximo. La victoria le vale al equipo de Luis Enrique para tener una ventaja de tres puntos respecto a los de Simeone con un partido menos, el que tiene que jugar ante el Sporting. El Madrid está a siete. No es media Liga, pero casi.

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