Rajoy se pone como ejemplo de la lucha contra la corrupción al crear dos gestoras

Madrid

Siete años después de que estallara el ‘caso Gürtel’, Mariano Rajoy se va a presentar ante los suyos como ejemplo de lucha contra la corrupción. En febrero de 2009, él estaba haciendo campaña para las elecciones gallegas. Fue entonces cuando empezaron a llegar las preguntas incómodas de los periodistas sobre los escándalos que salpicaban a su partido. Bárcenas, Correa, Camps, Matas, Granados, Rato… la lista se hizo cada vez más grande. Hasta ahora cuando los suyos le comentan que están “hasta los cojones” (así se lo dijo este sábado el presidente del PP de Vizcaya, Antón Damborenea) por el daño que todo esto les está causando mientras él se defiende resaltando que desde el Gobierno se han impulsado varias medidas de regeneración democrática.

Al final, Rajoy ha decidido montar una gestora en Madrid y en Valencia. Algunos se lo recomendaron hace tiempo pero no les hizo caso. Piensan que así se habría ahorrado muchos problemas y temen que ya sea demasiado tarde. Pero desde la dirección nacional admiten que esto es en lo último que siempre se piensa porque es “algo muy doloroso” para todos. En estos dos casos, al presidente del PP ya no le quedaba otro remedio. En la Comunidad valenciana, con la Operación Taula, la situación se volvió caótica. Y con la Púnica, en la formación madrileña, Esperanza Aguirre, con su dimisión, le dejó el camino libre.

Pero para el equipo de Rajoy lo importante no es cómo se ha llegado hasta este punto sino que ahora su jefe pueda vender un discurso contundente. Algo que sirva para frenar el desánimo en sus filas. Aunque sea difícil presumir de limpieza al tiempo que se mantiene blindada a Rita Barberá en la diputación permanente del Senado. Hoy nadie espera que la exalcaldesa haga acto de presencia en la reunión porque sabe muy bien que de esa forma, sólo empañaría el discurso de su presidente.

Esta cita la va a aprovechar también Rajoy para explicar a los suyos la postura del PP ante el debate de investidura. Después de que él declinara presentarse, su formación votará en contra del PSOE. No habrá abstención, aunque algunos populares aboguen por ella con tal de que Podemos no llegue a la Moncloa. Y, además, el líder de los conservadores tratará de fijar la estrategia a seguir en los próximos días, en una semana que va a ser clave para Pedro Sánchez. En estos dos meses a Rajoy le han criticado por “permanecer de brazos cruzados” y justo ahora decide hacer un tour mediático para demostrar que no permanece impasible.

Los populares no esperan llevarse ninguna gran sorpresa en el Comité Ejecutivo Nacional. “No se va a mover nadie”, dice un cargo del PP. En la última Junta Directiva Nacional, todo fueron alabanzas para Rajoy. En las reuniones que este mantuvo con sus diputados y senadores, reinó el silencio. Nadie pidió la palabra. No se escuchó ni una sola crítica de las muchas que los cargos conservadores realizan en privado. Hay quien piensa que alguien debería dar un paso al frente y cuestionar la estrategia de Rajoy. Un dirigente dice que “o se habla ahora o se calla para siempre”. Pero otros consideran que lo mejor es esperar a ver qué ocurre con el líder socialista porque si fracasa, todos los focos de atención volverán a recaer sobre el PP. Y, sobre todo, porque ante la posibilidad de que, al final, se repitan las elecciones, lo que más les interesa a todos es seguir en las listas.