Arranca la semana decisiva en el juicio por el 'caso Nóos'

Diego Torres

Normal 0 21 false false false ES X-NONE X-NONE En fase de instrucción, Diego Torres defendió la legalidad de los convenios firmados en Madrid, Valencia y Baleares y aseguró que la Casa Real supervisaba todas las actividades del Instituto Nóos. Incluso después de que, supuestamente, ordenara a Urdangarin que se apartara de los negocios. Todo se sometía a "personas que eran más listas y que tenían más recursos para que supervisaran lo que estaba bien y lo que estaba mal", declaró Diego Torres ante el juez José Castro. Sobre sus empresas que la fiscalía sostiene que giraron a Noos facturas falsas por servicios no prestados dijo que son anteriores al nacimiento de la entidad sin ánimo de lucro. Que tenían empleados y una cartera de clientes. El Instituto Noos era un cliente más y las facturas responden a trabajos reales que se hicieron a precio de mercado.   /* Style Definitions */ table.MsoNormalTable {mso-style-name:"Tabla normal"; mso-tstyle-rowband-size:0; mso-tstyle-colband-size:0; mso-style-noshow:yes; mso-style-priority:99; mso-style-parent:""; mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt; mso-para-margin:0cm; mso-para-margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:10.0pt; font-family:"Times New Roman",serif; border:none;}

Iñaki Urdangarin

Iñaki Urdangarin declaró dos veces como imputado. El cuñado del rey explicó que su papel dentro del Instituto Nóos era institucional y que toda la gestión y la administración de la entidad correspondía a su exsocio, Diego Torres. Sobre la empresa matrimonial que ha sentado en el banquillo a su mujer subrayó que toda la responsabilidad sobre los asuntos fiscales de Aizoon correspondía a su equipo de asesores, exculpando a Cristina de Borbón. Él entregaba, al también acusado Marco Antonio Tejeiro, las facturas que cargaba el matrimonio a la sociedad para que decidiera si se incluían o no como gasto. Iñaki Urdangarin solo admitió algunas de las cosas que se han revelado en el juicio: las gestiones para desbloquear los pagos del gobierno de Jaume Matas cuando la administración consideró que el trabajo no estaba justificado. La entrega de facturas falsas para justificar ante las autoridades de Valencia el dinero recibido y el partido de paddle en Marivent con Matas para hablar de sus proyectos, aunque se cuidó de dejar claro que lo hizo a espaldas del rey emérito, Juan Carlos I, y de su mujer.

Cristina de Borbón

Por su parte Cristina de Borbón, que no respondió a las preguntas de la acusación popular que es la única que sostiene que cometió delito, quiso dejar claro que no tuvo ninguna participación en los negocios de su marido ni en la administración de Aizoon porque de eso se encargaba Iñaki Urdangarin. Reconoció que constituyeron la sociedad a medias porque confiaba en él pero que desconocía que la tarjeta que usó para gastos personales estuviera vinculada a Aizoon. Ella dijo que no estaba en esas cosas y que "no se enteraba de nada". "Hacienda me ha sometido a un escrutinio mayor por ser hija de rey", llegó a asegurar Cristina de Borbón durante su declaración como imputada que estuvo llena de evasivas, de "no se" y "no me acuerdo".