Suiza decide si endurece la ley para expulsar a extranjeros criminales
Los suizos deciden en referéndum si quieren endurecer aún más la ley que permite expulsar automáticamente a los extranjeros que hayan cometido delitos graves en el país
Madrid
Los suizos deciden en referéndum si quieren endurecer aún más la ley que permite expulsar automáticamente a los extranjeros que hayan cometido delitos graves en el país. La ultranacionalista y xenófoba Unión Democrática de Centro (UDC), partido mayoritario en el Parlamento helvético, considera que dicha Cámara ha desvirtuado la iniciativa "Por la expulsión de los extranjeros criminales", aprobada en referéndum en noviembre del 2010 con el 52,9 por ciento de los votos.
Tras la aprobación -y como es prescriptivo-, el Parlamento redactó y aprobó una ley en marzo del 2015 que, a ojos de la UDC, suavizaba el espíritu y la forma de la iniciativa aprobada y por ello decidió presentar una nueva propuesta que "blinde" la aplicación literal de lo aprobado en primera instancia.
La propuesta inicial implicaba la expulsión automática -sin tener en cuenta su entorno socioeconómico ni las circunstancias del hecho- de los extranjeros que habían cometido delitos graves, algo contrario a la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Sin embargo, la ley aprobada por el Parlamento introdujo una cláusula que permite a los jueces hacer excepciones cuando la expulsión de un extranjero pudiera crear una situación de grave dificultad para él o su familia.
A sabiendas de que el Parlamento intentaría suavizar la iniciativa, la UDC lanzó en 2012 una nueva propuesta titulada "Para la expulsión efectiva de los extranjeros criminales (Iniciativa de ejecución)", que se vota este domingo y que pretende que el texto aprobado en primera instancia así como el catálogo de delitos que incluye se inscriba tal cual en la Constitución. Entre otros delitos, forman parte de este catálogo el asesinato, la violación, el atraco a mano armada, el tráfico de seres humanos y el tráfico de drogas, pero también el abuso de los beneficios de la seguridad social, pero también otras infracciones mucho menores.
Por otra parte, los ciudadanos helvéticos votarán también en referéndum si aceptan o rechazan la decisión gubernamental de construir una galería adicional al túnel de San Gotardo -que atraviesa los Alpes- para no tener que cerrar la circulación durante los tres lustros que dure la manutención del primero.
El túnel, en servicio desde 1980, une Göschenen a Airolo, y conecta la circulación viaria entre el norte y el sur de Europa. Por esta ruta viaria circulan al año 5 millones de coches y 900.000 camiones. Por su antigüedad, el túnel debe someterse a una amplia y compleja renovación y el Consejo Federal (gobierno colegiado) decidió que la mejor manera de evitar el corte de la circulación durante los años que la vía estuviera en reparación, era construir un nuevo túnel. Se calcula que la remodelación no acabará antes de 2030.
La decisión fue avalada por el Parlamento en septiembre de 2014, pero un grupo de ciudadanos se oponen a ella alegando el alto coste del proyecto y que la obra aumentará el tráfico viario, con un grave perjuicio medioambiental. No obstante, la ley precisa que el tráfico no aumentará, dado que mientras dure la renovación del primer túnel se usará el segundo, y una vez ambos en servicio, uno será para ir en un sentido y el segundo en el opuesto.
El Ejecutivo recuerda que de no hacerse la segunda galería, los vehículos deberán usar las vías férreas existentes y otras que deberían construirse adicionalmente que generarán costos extras y efectos perniciosos en la población local.