Internacional

HRW demanda la intervención de Ban Ki-Moon en favor de tres mujeres saharauis

El Secretario General de la ONU, Ban Ki-Moon ha aterrizado esta mañana en Tinduf (Argelia) para visitar por primera vez los campamentos de refugiados saharauis y propiciar una solución política al conflicto del Sáhara, después de 40 años

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. / Zipi EFE

Marruecos

La organización internacional de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch (HRW) considera que el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, en su visita a los campos de refugiados saharauis, debería instar al Frente Polisario a interceder en favor de tres mujeres saharauis cuyas familias presuntamente no les permiten salir de los campamentos en Argelia y regresar a España, donde residen legalmente.

Dos de las mujeres denunciaron que han sido retenidas durante más de dos años, y a la tercera no se le permite salir desde diciembre de 2015, según señala su pareja en España. “Retener a un adulto contra su voluntad equivale a la privación ilegal de la libertad, independientemente de si los captores son familiares que sienten un profundo afecto por esa persona”, observó Sarah Leah Whitson, directora para Medio Oriente y África Septentrional de HRW. “El Polisario debería asegurar que estas mujeres puedan ejercer su libertad de circulación, y que los actos pasados y futuros de privación ilegal de la libertad sean castigados como delitos”, sentenció Whitson.

El activista de los territorios ocupados Brahim Dahane, presidente de ASVDH (la única asociación saharaui de defensa de los derechos humanos legalizada), precisó en una conversación telefónica con la Cadena SER que "no es un secuestro, son conflictos entre familias biológicas de algunas mujeres jóvenes y sus familias de adopción", pero que "defiende -añadió- clara y enérgicamente los derechos humanos y si tienen 18 años ya pueden decidir. Estoy totalmente de acuerdo con lo que pidió Human Rights Watch y espero que también hablé de la situación de Gdeim Izik y de todas las violaciones de los derechos humanos de una parte o de otra".

El 10 de febrero HRW envió una carta a Mrabih Mami, ministro de Justicia de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), describiendo los casos de Maloma Morales de Matos (22 años), Darya Embarek Selma (26 años) y Nadjiba Mohamed Kacem (24 años). Se les preguntaba a las autoridades "qué medidas estaban tomando para determinar cuál era la voluntad de las mujeres y asegurar que pudieran actuar en función de ello".

Abba El Haissan Salek, presidente de la comisión de derechos humanos de la RASD, escribió en otra carta de respuesta el 25 de febrero, "el Polisario ha tomando medidas en el caso Morales y los resultado se conocerán en los próximos días".

Las tres mujeres, como miles de saharauis, participaron en programas de verano en España y convivieron con familias españolas durante su infancia. Algunos de estos niños estrecharon vínculos con sus familias de acogida y optaron por permanecer en España al alcanzar la mayoría de edad. Morales adoptó la ciudadanía española y tiene allí una pareja de hecho, mientras que las otras dos mujeres obtuvieron la residencia legal. "Las tres viajaron por separado a los campamentos para visitar a sus familias. Cuando llegó el momento de que regresaran a España, las familias impidieron que pudieran partir", según versiones transmitidas a HRW.

La organización internacional también llama la atención a Marruecos por la condena de 21 civiles saharauis en un juicio en 2013 "sin garantías de imparcialidad", tras el desmantelamiento del campamento Gdeim Izik (Dignidad) en El Aaiún en 2010, que terminó con la muerte de once agentes marroquíes y dos civiles saharauis. Actualmente cumplen penas de entre 20 años y prisión perpetua en la cárcel de Salé. Precisamente, esta semana 13 de los 23 condenados en este macrojuicio -el último a civiles en una tribunal militar- comenzaron este martes una huelga de hambre para llamar la atención de la ONU y reclamar "la anulación del juicio, su consideración como presos políticos y su liberación", según precisó la Dirección Penitenciaria marroquí en una comunicado.

El presidente de la Media Luna Roja Saharaui (CRS), Yahia Bouhobini, aprovecha la visita de la ONU para denunciar "una crisis alimentaria y sanitaria en los campamentos de refugiados saharauis" debido a que las partidas de los donantes internacionales se desvían a Grecia y otros países que reciben a los refugiados procedentes de Siria. El viaje de Ban Ki-Moon a Tinduf es "una oportunidad para hacer un llamamiento a la ONU y a la comunidad internacional para proporcionar más ayuda a los refugiados saharauis", aseguró Bouhobini.

En su visita a Mauritania los días previos, Ban Ki-Moon reiteró su compromiso para "relanzar las negociaciones y resolver el conflicto, de tal forma que los refugiados saharauis puedan volver a casa, al Sáhara Occidental", según recoge Reuters. Cristopher Ross en su declaración ante los miembros del Consejo de Seguridad en diciembre informó de que "el Secretario General de la ONU presta especial atención a la cuestión saharaui, que requiere una solución urgente". Sin embargo, ninguna de las partes afectadas se mueve de sus posiciones. El Gobierno de Marruecos continúa con el Plan de Regionalización de lo que llama "provincias del sur" y el Frente Polisario defiende un referéndum que contemple la independencia.

Mohamed Abdelaziz, Secretario General del Frente Polisario y presidente en el exilio de la (RASD), aseguró ayer que "la paciencia del pueblo saharaui está agotada" y ha cuestionado el papel de la ONU hasta el momento. "Permitir que continúe el estancamiento tendría graves consecuencias no sólo para el pueblo del Sáhara Occidental, sino también para las perspectivas de paz y seguridad en la región del Magreb", advirtió el líder en declaraciones recogidas por Reuters.

Dahane confesó a la SER que en esta primera visita de Ban Ki-Moon a los territorios liberados y los campamentos de los refugiados espera que "se transmita la realidad y que el Consejo de Seguridad presione a las partes implicadas para llegar a una solución justa y duradera, que garantice la legalidad internacional, especialmente el derecho de la autodeterminación de mi pueblo que ha luchado bastante y sufrido muchísimo. La gente está muy dañada por este conflicto".

Por su parte, Argelia que acoge en su país el campo de refugiados, apoya la propuesta del secretario general de la ONU de reanudar las negociaciones directas entre Marruecos y el Frente Polisario para llegar a una solución. El presidente argelino, Abdelaziz Buteflika, en un mensaje enviado a su homólogo saharaui, Mohamed Abdelaziz, con ocasión del 40 aniversario de la proclamación de la RASD, el pasado 27 de febrero, recordó que Argelia, "en su calidad de país limítrofe con las dos partes en conflicto, se reconoce en el enfoque de la comunidad internacional y de la ONU".

En esta ocasión, el secretario General de la ONU, que presentará un informe sobre el Sáhara Occidental al Consejo de Seguridad en abril, no incluye en su gira a Marruecos ni a El Aaiún por petición del Gobierno de Rabat.

 
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