Bruselas ha sufrido tres explosiones con hora y media de diferencia. Una doble explosión en el aeropuerto internacional de Zaventem que ha obligado a evacuarlo y, posteriormente, a cerrarlo. A esta hay que sumar otra explosión en la estación de metro de Maalbeek. En total, 32 fallecidos, entre ellos la española Jennifer Scintu Waetzmann, que tenía nacionalidad española, alemana e italiana. La Fiscalía y el primer ministro belga, Charles Michel, confirmaban que los atentados han sido obra de terroristas suicidas. Horas más tarde se encontraba una tercera bomba en el aeropuerto que nunca llegó a explotar. Según señalaba el ministro del Interior en Hoy por Hoy, Jorge Fernández Díaz, «no consta en estos momentos ninguna víctima española» en los atentados. Este martes por la tarde, España estudiará si es necesario elevar el nivel de alerta tras los atentados. Por su parte, el primer ministro belga ha marcado como prioridad la asistencia a las víctimas y ha apuntado, además, la adopción de medidas de seguridad «adicionales». Bélgica ha elevado al nivel máximo la alerta antiterrorista y reforzará, principalmente, el sistema de transportes. «En este momento negro para nuestro país, quiero pedir calma y solidaridad. Enfrentamos una prueba difícil, debemos hacer frente a esta prueba estando unidos», ha afirmado Michel, que ha descrito este martes como un día «negro» para Bélgica. Varios ciudadanos españoles que se encontraban en Bruselas han relatado cómo se han vivido los primeros momentos tras las explosiones. «Estoy en la terminal de salidas. Hace media hora ha cundido el pánico aquí. Varios centenares de personas han empezado a correr en todas direcciones y acaban de evacuarnos», contaba un testigo a la SER cuando también comenzaban a llegar reacciones desde el Europarlamento. “La ciudad está desierta y pasan constantemente ambulancias y coches de policía, pero la presencia de los soldados es algo habitual ya por las calles de Bruselas, explicaba Esteban González Pons, eurodiputado del Partido Popular, en declaraciones telefónicas a la Cadena SER. Poco antes de las ocho de la mañana se registraba una «fuerte explosión» en el hall de llegadas y salidas del aeródromo, lo que ha provocado el envío de ambulancias al lugar. «Ha habido una explosión en el aeropuerto. El plan de urgencia se ha activado», explicaba en un primer momento el presidente de la región de Bruselas, Rudi Vervoort, a la cadena Bel RTL. «Estaba en la fila para registrarme y he escuchado una deflagración. He visto humo y he visto a personas correr hacia la salida. Ha habido una segunda explosión mucho más cerca de mí después», ha explicado un testigo de los hechos a Bel RTL. «Se ha ido todo el mundo del aeropuerto con pánico, la mayor parte de las personas han dejado sus maletas allí. Los coches han sido evacuados», ha asegurado. Una hora y media después de las explosiones en el aeropuerto, se registraba otra en la estación de metro de Maalbeek, a escasos metros de la sede de las instituciones comunitarias y plena hora punta. Testigos de los atentados en las inmediaciones del suburbano contaban en la antena de la Cadena SER cómo la Policía ha bloqueado el acceso tras la evacuación y describían la situación de estado de sitio. La situación en la capital belga es muy complicada. Desde primera hora de la mañana, no hay trasporte público y las autoridades piden a los ciudadanos que no se muevan, que permanezcan donde estén.